La finca La Industria en Escuintla fue el lugar para inaugurar la primera escuela Bicentenaria que el Gobierno construyó a un costo de Q34 millones. La promesa del gobierno es construir 13 más para 2024. Así lo dijo el presidente Alejandro Giammattei el 21 de febrero último en la colonia donde residen pobladores de cuatro comunidades que perdieron familiares y su vivienda durante la erupción del Volcán de Fuego el 3 de junio de 2018. La escuela inaugurada aún tiene áreas en construcción y carece de servicios, así que no puede ser utilizada de momento.

Estas escuelas tendrán capacidad para 1 mil 75 alumnos por jornada, matutina y vespertina, y contará con laboratorios de computación, según lo prometió el presidente.

«Catorce de estas escuelas construiremos antes de que concluyamos la Presidencia».

 Las 13 escuelas costarán Q442 millones. La segunda se construye en San Antonio La Paz, El Progreso. La primera de las obras fue adjudicada a la empresa Sistemas y Servicios de Ingeniería S.A., pero las autoridades de los ministerios de Educación y Comunicaciones no informan más sobre el tema.

Antonio López, vecino de la colonia La Dignidad, quien tiene dos hijos de 11 y 8 años, dice que les prometieron que la escuela sería para ellos pero al final todo fue un “show político” en busca de generar votos, pues no  han terminado de ser construir y no se les ha informado cuándo podrán los menores recibir clases en ese plantel-.

«La verdad es que no se sabe mayor cosa, cuándo van a iniciar y darle uso a la nueva escuela. Mis hijos aún están estudiando en la escuela provisional desde que fue la tragedia del volcán, si hay agua potable y energía, pero ahorita no se utiliza por la pandemia. La escuela es de material desarmable y no es formal de concreto».

Francisco Cabrera, consultor independiente en temas educativos, dice que parecieran escuelas con mejores condiciones por contar con un laboratorio de computación y área de deportes pero no reflejan  ningún modelo pedagógico como en su momento fueron las escuelas tipo Federación.

«No se trataba de construir grandes edificios y había un concepto pedagógico. En este caso no hay eso, esperamos que lo haya a futuro, son edificios más grandes con módulos para distintos fines y con características para personas con discapacidad, hay que reconocer que es un gran esfuerzo que intentan aportar algo más allá de lo tradicional».

Para Cabrera estos establecimientos educativos son como “gotitas de agua dulce en un mar de agua salada”, debido a que el modelo está concentrado en poca infraestructura y rodeado de 9 mil escuelas con falta de agua y energía eléctrica.

Cabrera dice que las carencias en escuelas se suma al tiempo que se perdió en aprendizaje por la pandemia y menciona que la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), estima que en América Latina ese tiempo no aprovechado se recuperará en 12 años.

Las escuelas bicentenarias tendrán áreas amplias para deporte.

La diputada Lucrecia Marroquín de Palomo ha criticado estas obras y asegura que los Q100 millones que en 2021 se destinaron a la Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE) del ministerio de Comunicaciones, se remozaron escuelas que no contaban con energía eléctrica y agua.

Floridalma Meza, exviceministra técnica de Educación, considera bueno el proyecto de las escuelas Bicentenarias que según ella están inspiradas en las Tipo Federación. Tienen aulas amplias, aunque duda que cuenten con el sistema educativo. Meza también cree que la prioridad deben ser las escuelas en mal estado porque las Bicentenarias no cubrirán la demanda de niños que necesitan una escuela con instalaciones adecuadas.

«Las escuelas tipo federación siguen funcionando, lamentablemente ya no se construyeron más. Con los cambios de gobierno los intereses fueron cambiando y necesitaban terrenos grandes también».

Javier Maldonado, ministro de Comunicaciones, dijo durante la inauguración que la escuela Bicentenaria tiene 25 aulas, tres módulos de sanitarios. Una planta eléctrica y un circuito cerrado de videovigilancia controlado desde la dirección del plantel educativo y desde el ministerio de Educación.