Un estudio del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), con base en datos del MP, contabilizó mil 135 denuncias por extorsiones solo en enero pasado, mientras que en diciembre de 2021 fueron 930, lo que equivale a un aumento del 22 %, y podrían incrementarse debido a una mala situación económica post pandemia.
Alejandra Rivera tiene 26 años, en octubre de 2021 junto con dos amigos de la universidad emprendió una empresa de contabilidad para ganar clientes a través de las redes sociales. Todo iba viento en popa, pero antes de cumplir tres meses en el negocio recibió una llamada al número que colocó en su página web. Al otro lado de la línea estaba un hombre al que describe con “hablado de marero”, quien le aseguró que sabía dónde vivía ,quienes eran sus padres y que ella era la persona titular del negocio.
“Me dijeron que un vecino había ordenado mi secuestro, pero que no lo harían si les pagaba una cantidad de dinero, no me dijeron cuánto. Lo que hice fue apagar el teléfono y no contesté más números desconocidos porque también me escribieron por whatsapp, algo me dijo que se trataba de estafadores porque los encaré y no pudieron decirme donde vivía y quienes eran mis padres”.
Alejandra, dice que en su momento tuvo miedo a tal punto de no querer caminar al estacionamiento fuera de donde instaló su oficina, y en ocasiones fue escoltada hacia su casa por su padre, pero no dejó de laborar.
“Lamentablemente, por desconocimiento del tema la mayoría de personas y porque no saben cómo actuar en esos casos, caen en la trampa”, dice Walter Menchú, investigador del Centro de Investigaciones Económicas (CIEN), quien asegura que a pesar de las constantes requisas, la mayoría de llamadas no se detienen de las cárceles.
“ Los extorsionistas por lo general agarran números de promociones a través de redes sociales o de volantes que se reparten en la calle. Dentro del volumen son llamadas hechas a casas o a profesionales por servicios que ofrecen, prueban suerte todo el día y más de alguno cae”.
Menchú, refiere que el incremento del delito podría deberse a una mala situación económica en que algunos quedaron al perder sus empleos durante la pandemia y no tener otra fuente de ingresos, situación que podría continuar reflejándose en los próximos meses
Según el MP, en 2021 hubo 680 sentencias por extorsión y este año van 121.El año pasado mil 631 personas fueron ligadas a proceso por la misma causa.
Según el observatorio de la violencia Diálogos, con base en datos de la Policía Nacional Civil (PNC) y el MP Guatemala, Mixco, Villa Nueva y Santa Catarina Pinula en el departamento de Guatemala, así como Coatepeque, Quetzaltenango, son los municipios que a finales de enero puntearon como las localidades con más denuncias sobre extorsión.
David Boteo, jefe de la División Nacional Contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (DIPANDA) de la PNC, dice que las extorsiones provienen de pandilleros o de los imitadores (que fingen ser pandilleros) recluidos en cárceles.
El jefe policial reconoce que las denuncias solo disminuyen cuando se efectúan requisas, pero a los tres días los reos “recuperan sus teléfonos y vuelven a extorsionar”.
“Toda vez que haya descontrol en los privados de libertad la extorsión va a subir. Hasta que no existan cárceles de máxima seguridad para aislar a pandilleros e imitadores esto va continuar”.
Boteo afirma que la actividad criminal de las pandillas es cambiante con base en el movimiento de las clicas, pues cuando se les ataca en determinado lugar, se movilizan a otras áreas. En 2021 el MP incautó Q573 mil producto de las extorsiones y en dos meses de este año Q69 mil.