Eduardo Pérez Barrios tiene 42 años y una de sus jornadas puede empezar a las 2:00 de la mañana para participar en un operativo en una plantación de amapola. Él no sabe la ubicación exacta del lugar a donde debe dirigirse, tiene coordenadas y referencias. ¿Su trabajo? Es un gepesista, encargado de geolocalizar y erradicar plantaciones ilegales.
Los gepesistas pertenecen a la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) y son policías que guían los operativos: se presentan con GPS y bitácora para dirigirse hacia las plantaciones de marihuana, amapola y hoja de cocaína. Un solo día pueden llegar a caminar de 10 a 15 kilómetros.
“Ellos pueden llegar a cualquier punto exacto, son como navegadores terrestres, aprenden a movilizarse de un punto a otro utilizando su GPS”, cuenta Herberth Beltetón, jefe de la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica de la Policía Nacional Civil.
En todo el país hay 100 agentes gepesistas. Y para obtener esta certificación deben ser parte del Comando de Operaciones Antinarcóticas (COAN) donde reciben la capacitación básica de cartografía, geolocalización y el uso de la brújula.
Aunque hay conocimientos que, como en toda carrera, no se pueden aprender en las aulas, como perderse en territorios desconocidos o lidiar con pobladores molestos. La solución solo se la han enseñado sus 22 años en la Dirección de Antinarcóticos.
“Nos ha tocado caminar de madrugada o salir muy noche, porque queremos evitar roces en áreas donde hay conflictividad. La experiencia le va a enseñando a uno, el equipo que llevamos también es un equipo hecho por el hombre y puede fallar, para no perdernos en áreas boscosas o lejanas hemos aprendido a marcar o dejar señales para ubicarnos de regreso”.
Ahora también usan drones para llegar a las áreas más lejanas y aunque cualquiera pensaría que con la tecnología de la geolocalización como los satélites y drones, estas no pueden remplazar las habilidades de estos agentes, quienes aprendieron a identificar las plantaciones.
“A simple vista puede confundirse con plantaciones de haba o chipilín, pero uno aprende a identificar que son plantaciones escondidas y que por más lejanas que estén, siempre van a buscar un cuerpo de agua” agrega Pérez.
En los 10 meses que han pasado de este 2023 la SGAIA ha hecho incautaciones de drogas ilícitas y bienes efectivos que suman Q920.6 millones y en los operativos de búsqueda se ha erradicado: 8.3 millones de arbustos de coca, 1.6 millones de matas de marihuana y 667 mil plantas de amapola.