El Juzgado de Femicidio de Sololá dictó falta de mérito a favor de Arnulfo Fernando Gómez Oxlaj, filósofo maya de 36 años, en el caso por una supuesta agresión sexual ocurrida en 2014. Gómez Oxlaj asegura que es sobreviviente de una masacre que tanto el Ministerio Público como las organizaciones de derechos humanos aún no ubican ni en el territorio ni en la historia del conflicto armado del país. 

Pero los problemas de Gómez Oxlaj datan desde 2013 cuando un grupo de guías

 espirituales mayas de San Marcos La Laguna lo acusaron ante la municipalidad de atraer a turistas nacionales y extranjeras bajo la fachada de ser guía espiritual maya que ofrecía terapias naturales y masajes.

Dos años más tarde, otro grupo de guías espirituales mayas, identificados como Ajq’ij’ab, llegaron ante la misma municipalidad para marcar distancia de Gómez Oxlaj: dejaron claro que no pertenecía a su organización. En ese período, fueron distribuidos en el municipio afiches que señalaban que los tratamientos en el negocio de Gómez Oxlaj, terminaba en abusos sexuales.

Gómez Oxlaj asegura que las denuncias son falsas y que el proceso no fue más que un intento por criminalizarlo:

“Crean un caso en mi contra, llamándome violador de una fantasma. No la conozco. ¿Dónde está? Ayer ella no estuvo en el juicio. Yo no necesito que alguien me de un reconocimiento, que me diga que soy un guía espiritual maya. No necesito que un grupo de mi gente me diga a mí “guía espiritual”. Mucho menos un grupo extranjero que ni conoce, que solamente se llama guía espiritual para aprovecharse del turismo.”

La denuncia que originó su captura fue presentada por una estadounidense en el Ministerio Público (MP) en 2014. A pesar de que pasaron siete años, el fiscal llegó al juzgado sin sustento suficiente. Así lo afirma el defensor, Natalio Rivera, quien explicó que la fecha cuando ocurrieron los hechos fue modificada por la denunciante y que Gómez Oxlaj no se encontraba en el lugar señalado:

“La misma persona se contradice dos veces. También declararon los testigos de ella, pero no les consta nada. Y además ella se negó a los peritajes del Inacif. No había elementos e indicios suficientes y racionales.”

ConCriterio contactó a Edwin Chávez, auxiliar fiscal de Santiago Atitlán, Sololá, a cargo de la investigación, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta. 

Para Salvador Loarca, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Santiago Atitlán, Sololá, quien dio seguimiento al proceso, la falta de mérito es solo el reflejo de una fiscalía deficiente: 

“El análisis que hacemos es que sí hay una ineficiencia en cuanto a la investigación y el seguimiento de los casos dentro de la fiscalía.”

Gomez Oxlaj asegura que sobrevivió a una masacre supuestamente perpetrada por el Ejército de Guatemala en Chiul, Cunén, Quiché, donde murieron 115 niños ahogados en un pozo lleno de agua y heces. El MP cuenta con cinco declaraciones testimoniales que ha impulsado excavaciones en el lugar sin ubicar osamentas que den cuenta de los hechos. Ni la Comisión para el Esclarecimiento HIstórico (CEH) ni el Proyecto Interdiócesano para la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI) dan cuenta de este evento, lo cual, según activistas de derechos humanos no significa que no existió. El MP sigue en su búsqueda para esclarecer estos hechos.