Guatemala exporta niños a EE.UU. y deja al país sin futuros profesionales
Guatemala se ha convertido en un país exportador de niños y niñas a la Unión Americana, el estudio de opinión de septiembre de la consultora CID-Gallup, apuntó a que 59% de los encuestados respondieron que enviarían a los niños al extranjero si tuvieran la posibilidad.
Publicado el 18 Oct 2022

Guatemala exporta niños a EE.UU. y deja al país sin futuros profesionales

Guatemala se ha convertido en un país exportador de niños y niñas a la Unión Americana, el estudio de opinión de septiembre de la consultora CID-Gallup, apuntó a que 59% de los encuestados respondieron que enviarían a los niños al extranjero si tuvieran la posibilidad.

La encuesta opinión pública de la consultora Cid-Gallup preguntó en septiembre a 1 mil 202 adultos a lo ancho y largo del país ¿Qué probabilidad hay, si es que hay alguna, de que envíe a uno de los niños que viven en su casa a otro país en los próximos seis meses? El 59% respondió que es muy probable si tuvieran la posibilidad.

La realidad es que sucede y se refleja en las deportaciones que la Unión Americana y México. En los últimos 5 años (2018-2022), estos países han devuelto a 59 mil 762 menores que viajaban acompañados y no acompañados. Las estadísticas de 2021 reflejan que el 25% tiene entre 0 y 12 años; hay otro dato: Huehuetenango, a 261 kilómetros de la ciudad capital y vecino de México, es el departamento que, cada año, envía más niños a EE.UU. Las deportaciones en 2021 alcanzaron 3 mil 544 menores de 12 años.

Juan José Hurtado, director de Pop Noj, una organización que asiste a migrantes retornados en ese departamento:

Guatemala está exportando a sus niños, a sus jóvenes y a su mano de obra. El campo, incluso, se está vaciando de trabajadores: cada vez hay menos oferta de jornaleros y es porque el país no ofrece condiciones de vida, no hay alternativas de sobrevivencia y la gente no tiene esperanza. Si la gente no ve perspectivas del país, entonces la mejor opción es salir del país; no es que no vean riesgos, yo cito lo que dijo un hondureño: “entre morirme en mi país y morirme en el intento… prefiero hacer el intento”.

No solo el campo se queda vacío, las escuelas también, señala Hurtado:

Un indicador clave de la migración es la deserción escolar: los maestros se dan cuenta de cómo los niños van saliendo. Tradicionalmente en Guatemala, especialmente en Huehuetenango, entre septiembre y marzo, la migración era interna hacia la costa y Chiapas; pero ahora hay alternativas de redes familiares que facilitan la migración internacional. Primero migran unos en avanzada y van jalando a los que vienen atrás.

El diario Prensa Libre publicó ayer que en 2021, 187 mil estudiantes abandonaron la escuela.

Saúl Morales, de 36 años y 13 de docencia en San Pedro Necta, Huehuetenango, recuerda que entre 2019 y 2020 se marcó un pico en el abandono escolar:

Fue porque a los padres de familia que viajaban con niños se les facilitaba entrar a los Estados Unidos y ese aspecto contribuyó a la deserción escolar, ahora aunque persiste, es menos.

El retiro comienza desde el primero grado primaria hasta básicos y diversificado. Este profesor analiza los efectos desde dos puntos de vista:

  • La comunidad se beneficia a futuro de estos niños y jóvenes porque recibirá sus remesas. Pero, por otra parte
  • El sistema educativo pierde a futuros profesionales

“Como docentes también nos afecta porque si hay 105 alumnos y hay 4 docentes y luego baja a 80 escolares, caemos a una subutilización; en cambio a las comunidades los beneficia porque hay ingreso de remesas y desarrollo”.

En junio de este año, Carlos Espina, un ecuatoriano estudiante de leyes y defensor de los migrantes radicado en EE.UU., recibió en sus brazos en la frontera sur de la Unión Americana, a un niño guatemalteco de 5 años abandonado. El pequeño llevaba el número de teléfono de un familiar anotado con marcador en el brazo y la historia se hizo viral desde su cuenta de Tiktok, con 3.9 millones de seguidores.

“¡Es terrible, un niño de 5 años abandonado en la frontera, solo pido que se haga consciencia!”

El niño se llama Oseas y, de acuerdo con Cancillería, fue reunificado con su abuelo y sus dos hermanos en Ketucky. Ahora ya está en el colegio.

Henry Bin

Periodista

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