Reitero lo escrito el 29 de agosto, cuando ya era evidente que Alejandro Giammattei, su Pacto de Corruptos, y su jauría del Ministerio Público quería dejar fuera de la contienda a Bernardo Arévalo. Con este mismo título escribí ese artículo en Prensa Comunitaria, pero en ese momento más como advertencia en caso las acciones contra Arévalo y Semilla se concretaran.
Los EE.UU. y la Unión Europea deben actuar de inmediato; hoy o mañana mismo declarando que Guatemala queda fuera del DR-CAFTA con el primero y fuera del Acuerdo de Asociación UE y Centroamérica. La expulsión de la OEA también debe darse, pero eso no le va a importar a Giammattei y su camarilla corrupta. La expulsión de los dos tratados de libre comercio sí sería un golpe tremendo, y provocaría que el CACIF y el sector privado en general tomaran lado claro por la democracia y el respeto a las elecciones.
Esto es algo que los EE.UU. y la Unión Europea debieron haber hecho hace varios años con las dictaduras de Nicaragua y El Salvador, pero que tienen ahora la oportunidad de corregir sentando un precedente con Guatemala. El Acuerdo entre la UE y Centroamérica incluso contiene una sección sobre el respeto democrático, el cual se encuentra en rampante ruptura por parte de estos tres países.
Los EE.UU. y la Unión Europea también podrán aplicar otras medidas que adoptaron contra Rusia después de la invasión de Ucrania, como la expulsión del sistema bancario guatemalteco del sistema SWIFT. La economía rusa se ha visto seriamente afectada por la serie de sanciones económicas, pero ha logrado subsistir porque es muy grande, algo que la economía de Guatemala no podría hacer. Los EE.UU. también deben suspender el envío de remesas hacia el país.
El lenguaje del bolsillo… eso es algo que el CACIF y todas las cámaras empresariales entienden. Por supuesto, gobierno y sector privado dirán que eso afectaría a los trabajadores guatemaltecos, la cantaleta de siempre, pero esto forzará al CACIF y a ese sector privado organizado a tomar posiciones claras y sin tartamudeos. La economía va a crujir y los sectores de poder van a forzar a Giammattei a dar marcha atrás.
Ya no más medias tintas, ya no más amenazas, ya no más tibios retiros de visas de EE.UU.
¡¡¡Es ahora o nunca!!!