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Los pacientes oncológicos han aumentado 35% en los últimos tres años en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). El cáncer es la tercera enfermedad catastrófica con más incidencia de consulta y de acuerdo con el informe actuarial del IGSS, en 2021, se atendieron 145 mil 927 pacientes y en 2023 aumentó a 198 mil 542.
Pero por estos días hay una alerta: “están jugando con la vida de nosotros”, con esa expresión el antropólogo Mauricio Chaulón, define lo que atraviesan estas semanas los pacientes de cáncer atendidos por el Seguro Social. Él es uno de ellos. Desde 2023 le administran Pembrolizumab, un acelerador inmunológico indicado para él, para prevenir que el melanoma en su cuerpo derive en otro tipo de cáncer; pero el medicamento está desaparecido de la farmacia del IGSS y la respuesta que reciben en las ventanillas es que se harán las licitaciones correspondientes, sin saber cuánto tiempo puede demorar.
El académico está amparado por el sistema de justicia para que el IGSS, no suspenda el tratamiento y obliga a la institución a “proporcionar bajo estricta responsabilidad” la medicina: “Es único en el mundo porque tengo entendido que solo lo produce una casa farmacéutica y a diferencia de la quimioterapia que no destruye las células malignas, lo que hace es que les quita una proteínas -que son como un disfraz de ellas- y por eso las células de nuestro cuerpo no las atacaban, al quitarles ese blindaje por el medicamento, nuestras defensas las tienen neutralizadas o las destruyen”.
ConCriterio solicitó entrevista con autoridades del IGSS, para que expliquen la falta de medicamentos, pero la institución no respondió. El Seguro Social ha pagado a J.I Cohen, Q43 mil 500 por unidad de Pembrolizumab, pero de acuerdo con el profesor, para un paciente comprar la medicina en el mercado es altamente oneroso. ¡Es carísimo!; por ejemplo, yo me tuve que poner una primera dosis y puede pasar de los Q80 mil, cada vía de 100 miligramos tiene valor de entre Q40 mil y Q44 mil y nos ponen dos cada tres semanas y si nos ponen cada seis semanas nos deben poner cuatro. Un bolsillo común no lo aguanta.
Se desconoce la razón del desabastecimiento y la cantidad de pacientes afectados. Ronath Ochaeta, diputado del partido SEMILLA plantea las mismas dudas ante ante la gerencia del IGSS. El congresista ha dado 48 horas a las autoridades para que informen ¿por qué los pacientes con cáncer no reciben sus medicinas? Hay dos versiones de los hechos: unos dicen que no se planificaron bien las compras y otros que a nivel central no se gestionó bien esto. Todos se tiran la chibolita y hay como un corto circuito en la información. A partir de eso lo que hice fue solicitar información sobre los niveles de abastecimiento de medicamentos oncológicos e insumos médicos para saber qué tan crítico es el estado actual. La literatura nos dice que, si existe un nivel de abastecimiento por debajo del 80%, eso es grave porque están comprometiendo la salud de las personas, y si a tres meses es menos del 50%, están en números rojos, es por eso que es necesario conocer el nivel de abastecimiento.
Pero la única respuesta que reciben de funcionarios del IGSS es: “nos dicen que debemos tener paciencia y que debemos de esperar a que las compras resuelvan y que son procedimientos, que estemos preguntando por Whatsapp”.
En marzo pasado cobró vida la Ley para la Atención Integral del Cáncer, que establece los derechos de estos pacientes y la garantía de prestación de servicios especializados: diagnóstico, tratamientos, suministro de medicamentos, intervenciones quirúrgicas, recuperación, rehabilitación y cuidados paliativos, entre otros.