El 27 de noviembre el periodista Sonny Figueroa, del medio digital Vox Populi, denunció hostigamiento de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) mientras departía con colegas en el restaurante Mercado de Alado, zona 4. La denuncia señala que la PNC identifica y acosa a dos reporteros que han publicado actos de corrupción del gobierno actual. ConCriterio reporteó la denuncia y estos son los hechos que encuentra.
Figueroa y su colega Marvin del Cid, del medio digital Articulo 35, estaban en la barra de Chicken Spot, que forma parte del mercado, un espacio abierto para comensales. Luis Fernando Pérez, el cocinero del local, recuerda:
“A las 9:15 o 9:30 una patrulla con más o menos 10 policías se acercó a mi kiosko a sacar de manera brusca a los clientes, con palabras fuertes y de mal modo. Los de la patrulla entraron desde la puerta principal y luego llamaron refuerzos que entraron por la parte de atrás.”
Las rondas policiales empiezan cuando entra en vigencia la Ley Seca la cual, durante pandemia, prohíbe el expendio de licor después de las 9pm. El reportero revive estos detalles:
“Nosotros le explicamos que no estamos tomando bebidas alcohólicas y que no había ningún problema. Entonces es cuando él viene y me reconoce y me dice ‘Tú sos el periodista Sonny Figueroa y te voy a llevar consignado”. Entonces, Marvin le pregunta ‘¿cuál es el problema?’ y es cuando explica que estamos haciendo escándalo en la vía pública.”
Este es el segundo presunto incidente entre la PNC y el reportero. El viernes 11 de septiembre, al final del día y después de compartir con otros colegas, Figueroa fue capturado y acusado de intento de soborno a un agente. Una jueza declaró que la acusación contra el periodista fue falsa y ordenó investigar, bajo sospecha de abuso policial, las lesiones que sufrió Figueroa.
En el hecho más reciente, rodeado de los policías y, ante el temor de ser detenido, Figueroa y acompañantes se retiraron del lugar.
Es imposible constatar si se trata de un seguimiento selectivo o un patrullaje de rutina. En la Comisaría 11, a cargo de esta zona, un oficial afirma que las rondas son aleatorias pero constantes.
ConCriterio obtuvo permiso para observar los vídeos de las cámaras de seguridad del local: no registran audio, pero muestran que la policía ingresó a las 21:22 horas y recorrió varias mesas, cuyos comensales se retiraron al notar la presencia de los agentes. Estos llegan a donde está Figueroa y acompañantes. Intercambian palabras y Figueroa y colegas se ponen de pie, minutos después, otro grupo de policías, que ingresó por la puerta trasera, llega y rodea la mesa de los reporteros.
El sitio es un lugar concurrido y según Yudith González, cocinera que estaba de turno esa noche en La Gastroteca, otro local del mismo complejo, cuenta:
“Los policías pasan comúnmente todas las noches a hacer sus inspecciones debido al lugar donde estamos ubicados (…) Ellos entraron a revisar, incluso hasta revisaron otras mesas que estaban colocadas del otro lado, en la entrada principal y no agredieron a nadie. Luego los chicos de allí, como ya estaban pasaditos de copas, comenzaron a gritar que eran periodistas, que los policías eran unos ladrones y total que así comenzaron ellos.”
Figueroa asegura que dejaron de beber alcohol a las 9 de la noche:
“Si nosotros nos molestamos, fue por la actitud de la Policía Nacional Civil, cuando se refieren a mi persona, en donde dicen mi nombre y me identifican como un periodista y me amenazan con consignarme. Después de que mi compañero Marvin del Cid cuestiona por qué llegan a decir mi nombre y mi profesión, también lo amenazan con quererlo consignar.”
Rottman Pérez, el abogado que representó al reportero durante su detención en septiembre, agregó que Figueroa y Del Cid solicitaron medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
ConCriterio intentó entrevistar al oficial Eduardo Castro, jefe de subestación a cargo de zona 4 y 9. Él se limitó a decir que desconocía el tema, pues no existió reporte del incidente.