Mientras en Estados Unidos, las empresas se apresuran a reforzar las pruebas de Covid-19 antes de la temporada de gripes, por temor a que la demanda supere las capacidades del sistema, en Guatemala, la influenza, el dengue y las alergias respiratorias se mezclan como un cóctel molotov. En 2019, hubo 50 mil 449 casos de dengue en el país y hasta finales de julio de este año, estos sumaban 4 mil 684.
Michel Urbain, alergólogo e inmunólogo:
“En cuanto a las alergias, la peor época suele ser esta, que va desde junio al mes de octubre: la cual suele coincidir con la época de lluvias y calor, porque con las lluvias incrementa la humedad y también los cambios bruscos de temperatura que incrementa la cantidad de alérgenos. Desde el mes de junio nosotros vemos un aumento en las consultas por problemas de rinitis, sobre todo.”
Julio Prado, abogado de 41 años, dio positivo de Covid-19 a finales de agosto. No tuvo fiebres, ni tos, ni pérdida del gusto u olfato:
“Todo inició hace 3 semanas cuando empecé a sentir síntomas de alergia. Me dio la sinusitis que suele venir con estas alergias, como estaba lloviendo yo creí que se trataba de esa alergia relacionada con la humedad. Tomé un antihistamínico y eso me lo alivió. No parecía ningún síntoma de Covid porque como se lo plantean a uno, es una enfermedad severa con una importante reacción del cuerpo con síntomas agravados, sobre todo la fiebre. En mi caso, por fortuna, nunca tuve fiebre.”
De no ser porque Prado consideraba oportuno realizarse una prueba de coronavirus cada 3 meses, el Covid-19 hubiera pasado desapercibido.
El infectólogo Pedro Villanueva, trabaja con padecimientos relacionados a infecciones en adultos y explica que el gran peligro de confundir los síntomas es no aislarse y contagiar:
“De 100 personas que adquieren Covid, alrededor de la mitad no les dan molestias: estos son los portadores asintomáticos. La mayoría de personas no tienen acceso a hacerse un PCR ya sea porque es engorroso, doloroso o costoso. De tal manera que sí usted no tiene síntomas, ese es el problema. Por esta razón es que las medidas no farmacológicas de prevención son esenciales para disminuir el contagio.”
Dicha incertidumbre no es propia solo de los pacientes. Aún entre médicos, diferenciar entre enfermedades es complicado.
Villanueva expone la confusión en clínica:
“Muchas veces las molestias de Covid, un dolor de cabeza, una tos seca, dolor de garganta, etc., no son específicas de la pandemia y pueden deberse a procesos alérgicos, bacterianos o virales. Los síntomas son fácilmente explicables por alergias y catarritos. Cuando hay dolor de cuerpo o articulaciones, uno dice a lo mejor es dengue.”
Ante dicho panorama, el doctor no titubea. Para él es mejor poner en cuarentena a cualquier paciente que presenta probabilidades:
“Muchas veces nos ha pasado que aislamos a un paciente que tiene dengue pensando que es Covid. Es mil veces más sensato pecar de exagerado y aislar a alguien”
En cuanto al efecto de las alergias y la influenza en la demanda de pruebas, Urbain dice que es difícil predecir:
“Existe un mayor temor de la gente al tener síntomas muy similares al Covid. La llegada de la época de influenza, seguro va a aumentar la demanda. Nosotros tenemos una época de influenza muy parecida a la de Estados Unidos.”
El año pasado, el Ministerio de Salud, acumuló 217 casos de influenza. En 2018 fueron 406 y en el 2017, 327. En el IGSS, las cifras fueron: 172 en 2017, 162 en 2018 y 195 en 2019.