La falsa manifestación urdida por presuntos locatarios de mercado acarreados para alterar el tráfico en Vista Hermosa y hacer difícil a los votantes llegar al Colegio de Arquitectos para elegir un nuevo representante ante el Consejo Superior Universitario surtió su efecto. Anayansi Rodríguez, alcalde auxiliar de la zona 10, antigua directora del Inguat en tiempos de Alejandro Giammatei y autoridad saliente del Colegio, alcanzó su objetivo. Consiguió que Julio Aceituno, ex candidato a diputado por el partido Cambio de Manuel Baldizón y compañía, resultara electo por sólo 9 votos de diferencia.

Él se identifica con las fuerzas del fraudulento rector de la Universidad de San Carlos Walter Mazariegos.

Es previsible que en marzo de 2026, Aceituno otorgue su voto a favor de Néster Vásquez y Consuelo Porras como magistrados titular y suplente de la Corte de Constitucionalidad. Así consiguen dos objetivos. El primero, recubrir con inmunidad a la actual Fiscal General, para dificultar su persecución por la espuria utilización de la acción pública penal a favor de los corruptos y en contra de quienes les han combatido. El segundo, procurar mantener una mayoría en la Corte a favor de la impunidad para la corrupción.

De uno en uno procurarán garantizar los votos para cumplir con su objetivo. Las instituciones que hoy dominan y que son simpatizantes con su causa, como la Municipalidad capitalina, se coaligan con ellos para garantizar el alcance de sus objetivos.

Nueve votos, sólo nuevos votos fueron suficientes para insuflarle un poco de ánimo a las fuerzas pro Consuelo Porras y Néster Vásquez que venían de una derrota de grandes proporciones: perdieron la junta directiva del Colegio de Abogados y el intento por prolongar el mandato de las autoridades leales a la impunidad para la corrupción fracasó sin paliativos.

Pero si algo debe reconocersérseles es que las fuerzas que defienden el enriquecimiento de los suyos a partir de fondos del Estado no cejan en su lucha.

Persiguen una y otra vez el objetivo.

La Cámara de Amparos de la Corte Suprema de Justicia ha ofrecido también esta semana un nuevo ejemplo de esa actitud irreductible.

En lugar de priorizar como bien jurídico a defender la libertad de una persona acusada que ha carecido del derecho a la defensa, como Jose Rubén Zamora, han decidido anteponer un mero procedimiento formal. Hasta que no se subsanen las formas, dicen los altos magistrados, no están dispuestos a dilucidar si hay abuso de poder en el hecho de mantenerlo en privisión preventiva por más de 830 días (hasta hoy viernes 28 de marzo).

El sistema, la dictadura judicial y la cooptación de las instancias democráticas, usa desfachatadamente todos los recursos y remueve hasta la última piedra para conservar su poder y castigar a quien le adverse.

En cambio, quienes defienden la democracia pretenden que la discresión y la humildad seas  sus mejores armas en esta guerra sin cuartel ni burladero.