Como si se tratara de un juego escolar, ciertos colegios del país abren y cierran, reanudan y suspenden. El ministerio de Educación aprobó que 103 colegios de unos 20 mil, reanudaran clases presenciales bajo alerta amarillo de infecciones de Covid-19, pero XX semanas después de la decisión, ocurren dos fenómenos: una semana cambia de amarillo a rojo y los estudiantes deben regresar a casa a recibir clases tras una pantalla; o bien, surgen casos positivos entre estudiantes y maestros, lo cual obliga a todos a una cuarentena.
Un informe de marzo del Banco Mundial señala que la “pobreza de aprendizaje”, entendida como el porcentaje de niños de 10 años incapaces de leer y comprender un relato simple, pudo crecer de 51% a 62,5%. Equivale a 7.6 millones de niños y niñas más “pobres de aprendizaje” en América Latina y El Caribe.
Que todos vuelvan a las aulas se ve en el lejano 2022, pues el plan de vacunación para maestros no arrancará mientras el ministerio de Salud no cuente con las suficientes vacunas para 276 mil 193 docentes del sector público y privado.
Sin plan de vacunación
Alberto Sánchez, diputado de la Comisión Legislativa de Educación, dice que esa instancia pidió al Salud el plan de vacunación de maestros, el cual debió entregarse el lunes pero no llegó y, en cambio, se pidió prórroga.
No veo que haya capacidad para vacunar a todos los docentes e iniciar las clases de manera presencial, siendo optimistas será hasta el próximo año que regresarán todos los estudiantes y eso significará más retraso educativo.
El Colegio Montesori fue autorizado para impartir clases en semáforo naranja. La mamá de un estudiante de 10 años de cuarto primaria quien declinó identificarse cuenta que su hijo le suplicó ir a clases presenciales:
“Yo decidí llevarlo el viernes y ya va de regreso otra vez, porque el semáforo marcó rojo”.
Vilma Saloj, directora del colegio Impacto en Sololá, con 236 niñas inscritas de 43 comunidades vecinas, clama por dos cosas: vacunar a sus 30 educadores o aprobar la educación híbrida en luz naranja para su establecimiento. Este colegio ha recibido 4 visitas de los inspectores de salud, pero:
Ya pasaron tres semanas y no recibimos el dictamen para la educación híbrida. El punto es la burocracia: tarda mucho que pase el expediente de una oficina u otra.
Ana González, es una maestra de 55 años de la Escuela Bernal Díaz en Moyuta, Jutiapa. La vacunación para docentes no llega, pero llegó su turno por la edad:
“Hay que ver primero qué es lo que pasa – ¿usted no se quiere vacunar? – eh por las enfermedades, no mucho”.
Esta profesora tiene 25 años de impartir clases y sus 22 alumnos entraron a plan híbrido después de Semana Santa.
Surgen casos
Alejandro Gramajo, de 17 años, y estudiante de 5° bachillerato del colegio El Roble:
“Ya habíamos vuelto, pero nos volvieron a encerrar… porque un niño dio positivo y uno de los profesores que también nos daba clases estuvo con él”
Y la pregunta ¿cumplen los estudiantes los protocolos?
“Te voy a ser honesto: si veo la cosa libre, por lo menos los de Bachillerato estamos como que no hubiera Covid, y sorprendentemente veo que los niños sí siguen las reglas”.
Salud y Educación no respondieron sobre el plan de vacunación a maestros. De los 10 millones de personas que se buscan inmunizar, solo se han vacunado con la primera dosis 4.2% y 0.84% con el esquema completo.
Al cierre de la nota Salud no informó de la cantidad de vacunas disponibles. Hoy se espera el ingreso de 321 mil 600 dosis. La ministra Amelia Flores anunció que esperan las vacunas, un cronograma, de no recibirla analizan otros escenarios. Guatemala ya pagó Q614 millones por 16 millones de vacunas.