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La energía solar es un enorme beneficio, aún lejos de posicionarse en Guatemala
Los techos de teja y paredes de concreto a  futuro podrán ser sustituidos por paneles solares que cobran auge en otros países para proveer energía en los hogares. Su instalación en Guatemala enfrenta desventajas, especialmente su costo. Los paneles solares captan la energía del sol para iluminar el hogar, encender la televisión, el calentador de […]
Publicado el 08 Feb 2022

La energía solar es un enorme beneficio, aún lejos de posicionarse en Guatemala

Los techos de teja y paredes de concreto a  futuro podrán ser sustituidos por paneles solares que cobran auge en otros países para proveer energía en los hogares. Su instalación en Guatemala enfrenta desventajas, especialmente su costo.

Los paneles solares captan la energía del sol para iluminar el hogar, encender la televisión, el calentador de agua, la refrigeradora y electrodomésticos

¿Pero qué tan eficiente es la transformación a ese sistema y qué cambios representa?

Fernando Árias, propietario del restaurante Fernandos Café, en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, desde hace ocho años economiza suficiente energía eléctrica convencional y paga la mitad de su factura después de instalar los 32 paneles solares en su negocio.

Ahora no cuenta con baterías para guardar la energía acumulada durante el día, lo cual representa un ahorro ahora, pues si las tuviera debería renovarlas cada dos o tres años. Por las noches o cuando el día está nublado, el  sistema de energía eléctrica convencional se activa automáticamente. “Aunque el consumo es menor”, dice Arias.

 «Antes, al mes pagaba Q4 mil mensuales y ahora Q2 mil.  Los paneles solares devuelven el exceso de producción a la red de las empresas eléctricas a través del contador de electricidad. Sí hay energía producto de los paneles, pero cuando no es  lo suficiente, se toma energía  del sistema de red normal pero solo lo que hace falta, eso reduce bastante los costos».

En cuanto a los paneles solares para una casa, las empresas que funcionan en Guatemala analizan la instalación con base en los datos de un recibo de luz  y un diagnóstico presencial sobre los aparatos que hay en casa y así determinan la cantidad de piezas a comprar. Luego debe tramitar ante la empresa proveedora de electricidad para instalar un contador bidireccional para  regresar energía a la red y por lo tanto acumular crédito en el consumo.

Los paneles de un metro de alto por dos de ancho que utiliza Fernando, generan 315 watts de energía, suficientes para encender varios electrodomésticos a la vez. La inversión para instalarlos ascendió a Q40 mil.

«Si yo no hubiera hecho algo no estaría consumiendo Q4 mil mensuales, sino Q6 mil por gastos de energía eléctrica».

Rafael Argueta, director de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, cuenta que hay familias que han optado por los paneles solares, pero la principal desventaja son los costos iniciales.

«A mí los paneles me costaron Q22 mil, esos 22 mil representan un montón de cuotas de Q400 que pagaba. Ahorita pago Q100, pero recuperar la inversión que hice me va llevar  como seis años».

Un panel tiene una vida de 20 años, el costo promedio de un sistema de paneles de “amarre con la red de energía eléctrica” asciende a Q15 mil y Q40 mil, según empresas como Sistemas Inteligentes, dedicadas a este negocio.

Los expertos señalan que debe considerar el clima del área para instalar los paneles porque influirá en el sol que reciba: no es lo mismo Alta Verapaz, que es más nuboso, que la ciudad capital, donde se genera más energía.

Los paneles solares generan energía renovable, sus emisiones de gases invernaderos son bajas y se aprovechan techos y otras áreas urbanas, pero la principal desventaja es que dependen del clima, son construidos con materiales tóxicos y su costo aún no es accesible para todos. En un esfuerzo por impulsar este tipo de generación, Estados Unidos generó incentivos fiscales de 26% a aquellas residencias que optaron por captar energía solar fotovoltaica antes de 2022. A partir de ahora el beneficio se reduce a un 22%.

José Manuel Patzán