Atrás quedaron los días de bares y discotecas cerradas y reuniones de amigos por zoom. Frecuentar antros en el perímetro de la capital, aún en pandemia, es una diversión sana dice Cristina Guzmán, una joven universitaria de 22 años, que solo “quiere divertirse en una noche de viernes para escapar del estrés”.
Su visita por discotecas como Tabú VIP, Ave María y Rumbar en la zona 10, le han hecho vivir diferentes ambientes, pero su apuesta principal en el área es la discoteca Zoho, un antro al que califica de “exclusivo” y preferido por la farándula guatemalteca, además de ser frecuentado en su mayoría por jóvenes de entre 18 y 30 años.
«Es un after donde puedes bailar, acuden incluso artistas de Guatemala, las chicas que salen en Combate por decirte algunos, el lugar es bastante sonado ahorita».
Sin mayores restricciones por el covid-19, adolescentes y jóvenes se han lanzado a la diversión nocturna en bares, discotecas y restaurantes capitalinos.Lugares como 4 Grados Norte en la zona 4, Cayalá, zona 16, y negocios en zona 10 han acaparado la atención de los jóvenes, según empresarios y vecinos.
La zona 10 se ha caracterizado por ser un lugar donde confluye la mayoría de discotecas. No obstante, la opinión de algunos guatemaltecos es que desde hace más de una década dejó de ser atractivo por la falta de seguridad en las calles y venta de droga al menudeo y en eso coincide la Policía Nacional Civil, que ha efectuado operativos antidrogas en años anteriores. Cristina, dice estar consciente del panorama.
«Se puede fumar, tomar, llegar vestido de cualquier manera, no exigen el uso de mascarilla. Hay otros lugares donde puedes ingerir cosas diferentes, puedes ingresar armas y no te requisan».
La fiesta no termina, María Fernanda Méndez, es una joven de 23 años que prefiere ir a Cayalá, dice que es más seguro, tanto para ella como para su vehículo y cree que vale la pena lo que paga por su diversión, que pueden ser Q600 en una noche.
«De ese lugar me gusta Jacks Place, en el área principal es más tranquilo porque la música está a un nivel más bajo, después hay un salón grande donde hay mesas y entre las mesas la gente baila. Por lo general en los bares de allí una botella cuesta Q700 o más».
Pero no solo es diversión nocturna dice la jóven, también va a Cayalá los domingos por la tarde para conversar con amigos y su temporada favorita es la de fin año, por el ambiente e iluminación que le dan en diciembre.
Luis Ibánez, director general de la gremial de licores, dice que de acuerdo a los estudios de mercado efectuados, en dos años los jóvenes han cambiado los hábitos de diversión y hay sitios que “entran y salen de moda muy rápido”. Además, prefieren acudir a conciertos y viajar a Panajachel, Sololá y Antigua Guatemala. Indiferentemente del estrato social al que pertenezcan, Ibánez dice que los jóvenes ahora prefieren los aguardientes preparados y con saborizantes.
«En la línea de licores XL prefieren los sabores de manzana, limón y berries. También tienen más atracción por las quetzaltecas saborizadas. Están las bebidas con menos alcohol como las cubatas y las VIP. Son jóvenes de entre 18 a 23 años».
En mayo del 2009, los propietarios de restaurantes de 4 Grados Norte decidieron por acuerdo mutuo cerrar sus puertas para evitar la instalación de más discotecas, venta de drogas y alcohol a menores de edad. Años después, la construcción de edificios de apartamentos y oficinas, refleja un renacimiento del área con negocios “más sanos y culturales”, dicen los vecinos. Los bares y restaurantes en ese sector más frecuentados a partir de 2021 son los ubicados en la planta baja del edificio de apartamentos Quo.
Marcelo Colindres, integrante del comité de vecinos del sector.
«Viene todo tipo de personas, pero son más jóvenes adultos, por decirlo así, que buscan es un espacio para conversar, incluso traen a sus hijos porque es un sector sano, donde no hemos tenido incidentes. En la mayoría de lugares se venden bebidas alcohólicas, pero están lejos de aquellas discotecas ruidosas que causaron problemas».
“La Vibra”, es una discoteca que trasciende en Antigua Guatemala por estar cerca del arco de Catalina y ser un lugar con «bastante interacción» con extranjeros, dicen antigueños. No obstante, Carlos Ramos, presidente de la Asociación de Proveedores de Servicios Turísticos de Antigua Guatemala (Asoprotur), dice que todos los negocios tienen nuevos atractivos que ofrecer, pero lamenta que con el regreso masivo de visitantes, también retornen malas prácticas.
«Cuando pierden el concepto de la fiesta, se meten a las fuentes, están gritando en los parques, se suben a los monumentos, eso va en detrimento del patrimonio y de la vida nocturna».
Según el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), el Centro Histórico, Paseo Cayalá y Paseo de la Sexta en la zona 1, están entre los lugares más frecuentados actualmente tanto por jóvenes y adultos que buscan restaurantes y discotecas.