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La labor de las Juntas Receptoras de Votos pasó del civismo a la sospecha
La labor de las Juntas Receptoras de Votos se ha puesto en duda luego de que los fiscales amenazaran con denunciarlas.
Publicado el 06 Jul 2023

La labor de las Juntas Receptoras de Votos pasó del civismo a la sospecha

La labor de las Juntas Receptoras de Votos se ha puesto en duda luego de que los fiscales amenazaran con denunciarlas.

Los fiscales de los partidos políticos se resguardan en el Parque de la Industria, en donde exponen sus impugnaciones y han pedido un recuento de votos, esto luego de que la Corte de Constitucionalidad (CC) dictaminara un nuevo proceso para certificar los resultados electorales en Guatemala del 2023.

Pero en este suceso también han salido a la luz reclamos y acusaciones en contra de las Juntas Receptoras de Votos (JRV)

Los fiscales del partido VAMOS y Partido Republicano, durante la audiencia de escrutinio del distrito de Alta Verapaz el 4 de julio, expresaron a la Junta Electoral que accionarían en contra de las JRV de ese departamento:

El objetivo acá es que se dirijan las responsabilidades a las personas correspondientes que están emitiendo estos documentos.

La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Irma Palencia, informó el 30 de junio que habían presentado denuncias ante el Ministerio Público por amenazas a las JRV hechas por pobladores inconformes con los resultados electorales. 

En estas elecciones se integraron 24 mil 427 Juntas Receptoras de Votos, conformadas por 100 mil ciudadanos, y con labores muy específicas:

  •     Abrir y cerrar la votación
  •     Respetar la secretividad del voto.
  •     Identificar a cada uno de los votantes y constatar su registro en el padrón electoral.
  •     Vigilar que los votantes depositen las papeletas en las urnas
  •     Efectuar el escrutinio y cómputo de los votos
  •     Documentar los resultados en las actas correspondientes. 

Pero para poder hacer este trabajo deben recibir capacitaciones dos meses antes de las votaciones. Gabriela Mansilla, secretaria de JRV en el Centro de votación Parque Central, ala sur, zona 1 nos dice:

En la primera te explican qué vas a hacer, de qué se trata el proceso, y cómo se va a manejar el centro. Y ya conforme va pasando el tiempo te capacitan de cómo hay que firmar las boletas, porque todas las boletas tienen que ir firmadas y selladas.

Y el día de las votaciones son 24 horas de trabajo. Lourdes Hércules, una catedrática universitaria, que fue presidenta de su junta en San Lucas, Sacatepéquez, describe que desde las 4 am se presentaron al centro de votación para dar el banderazo de salida de las elecciones.

Pero la tensión de ese día se desvela cuando los centros cierran sus puertas y empieza el conteo. Hércules relata:

Nosotros con el conteo de las papeletas terminamos a las 12:30 am, después yo me quede esperando a que los datos fueran ingresados a la página. Como presidenta de mesa mi responsabilidad es comprobar que los datos fueron enviados, fueron cargados y que coincidían con lo que nosotros habíamos hecho. No me acuerdo la hora exacta, pero habrá sido entre las 2 y 3 de la mañana que nosotros terminamos.

Las Juntas Receptoras de Votos no son las únicas que velan para que el proceso electoral sea correcto, también asisten a los centros de votación personal del TSE, observadores de organizaciones independientes, universidades, e incluso Ministerio Público.

Es por ello que, miembros de las JRV se muestran molestos ante las acusaciones de acciones fraudulentas. Hércules reflexiona:

La verdad es que es un completo sinsentido lo que quieren hacer. Yo no puedo ver esto de otra forma que no sea como un juego malicioso en el que los perdedores no están dispuestos a aceptar la derrota. 

Ciertos fiscales han cuestionado los registros de actas, con el argumento que muchas de ellas cuentan con números ilegibles o con testeos desordenados, y ponen en duda la labor de 100 mil ciudadanos.

Mariana Contreras Ovalle