Han pasado dos años de vivir en la pandemia del covid-19 y Estela Rodríguez, un ama de casa de 40 años, se siente más segura pues su esquema de vacunación es completo: por eso va al mercado sin mascarilla pues para ella lo peor ya pasó. En mayo de 2021 su esposo y sus dos hijos padecieron el virus. Su esposo fue el más afectado, debió ser hospitalizado en el Parque de la Industria, donde recibió respiración asistida durante una semana y se repuso por completo.
«Con este calor ya es insoportable salir y llevar mascarilla. En algún momento nos vamos a contagiar otra vez, pero menos fuerte».
Esa despreocupación y seguridad no solo es de Rodríguez: durante la Semana Santa las playas, centros turísticos y cortejos procesionales se vieron marcados por la aglomeración de personas, muchas de ellas sin mascarilla.
José Ortíz, epidemiólogo y director del Observatorio Pandemia Covid-19, comenta que esa actitud refleja la percepción de las personas de que la pandemia terminó y “la mascarilla no debe ser obligatoria cuando el 95% de la población esté inmunizada con la tercera dosis, solo hay un 35%”.
«Esperamos una oleada de contagios cuando venga la época de lluvia. Prevemos una curva similar a la última que pasó».
Mientras el ministro de Salud, Francisco Coma, observa el regreso a la normalidad, aunque bajo alerta ante nuevas variantes. Él junto con el presidente Alejandro Giammattei evalúan hasta cuándo será obligatorio el uso de la mascarilla.
«Al igual que muchos países, Guatemala ya tiene que tomar decisiones, llevamos dos años con la pandemia y vemos que los casos han disminuido de forma significativa, pero eso lo estamos analizando con el mandatario. Tenemos una variante ómicron que si bien fue contagiosa, también bajó los niveles de gravedad en la enfermedad”.
Coma reconoce que a pesar de las campañas efectuadas, la vacunación no es la esperada.
«Con la vacunación de los niños de 6 a 11 años no hemos tenido los resultados esperados, creímos que tendríamos mayor afluencia, muchos padres no quisieron vacunar a sus hijos posiblemente por temor a que no habrá segunda dosis, pero sí habrá. No tengo fecha de cuándo ingresará el segundo lote de vacunas, pero será previo a que se venza el periodo para aplicarles la segunda dosis».
Según los datos de Salud, hay 2 millones 202 mil 531 menores entre 6 a 11 años. Solo el 20% se ha vacunado. Eduardo Catú, jefe del Programa de Inmunizaciones, informó que la cuarta dosis de refuerzo tiene como objetivo a menores de 12 y 17 años con enfermedades crónicas, al igual que adultos mayores de 50 años en la misma situación y personal que trabaja en las áreas de salud.
Coma afirmó que efectúan un inventario para determinar cuántas vacunas vencerán en los próximos días y que entrarán a un proceso para ser desechadas. El 28 de febrero último vencieron 1.6 millones de vacunas Sputnik valoradas en Q84 millones. El 31 de marzo venció otro lote de 2 millones 901 mil 632 dosis de ese mismo fármaco a un costo de Q256.9 millones.
Registro del ministerio de Salud desde el comienzo de la pandemia el 13 marzo de 2020 hasta el 18 de abril último.
- 838 mil casos acumulados.
- 2 mil 800 casos activos.
- 17 mil fallecidos.
- 817 mil recuperados.
- 6 millones 73 mil vacunados con esquema completo.
- 2 millones 557 mil vacunados con dosis de refuerzo.
- Chiquimula, El Progreso, Guatemala y Sacatepéquez aún se encuentran en alerta roja.
Países como Alemania, Dinamarca, España, Reino Unido y Estados Unidos, desistieron del uso de la mascarilla, basados en que los casos de coronavirus no son graves.
Iris Cazali, jefe del departamento de Epidemiología del hospital Roosevelt, dice que la ventaja en esas naciones es que las tasas de vacunación superan el 80 por ciento. Sin embargo, en Guatemala solo “se perdió el miedo” porque la variante omicron es menos agresiva.
“En Guatemala hemos generado cierta inmunidad natural ante la enfermedad, aunque tenemos una baja vacunación que se suma a las reuniones de fiestas. Si hacemos una ecuación el balance es hacia lo negativo”.