En octubre de este año se cumple el plazo para que Rusia despache a Guatemala 16 millones de dosis de la vacuna Sputnik, por las cuales el gobierno pagó Q 614.5 millones desde abril, pero hasta ahora solo ha recibido 150 mil viales equivalentes al 0.94% del total.  La incertidumbre crece tras el regreso del canciller Pedro Brolo de aquel país. En una citación de la Comisión de Previsión Social del Congreso, Brolo habló de su reunión con Vladimir Primac, representante del Fondo Ruso de Inversión Directa:

Manifestaron que tienen algunos problemas en la producción de gran escala y esperan normalizarla en agosto.  Rusia trabaja en la producción de Sputnik V en América Latina, para fabricar en Argentina, Brasil, Nicaragua y México. La idea es que ellos puedan proveer desde estas fábricas.  Actualmente están desarrollando también las Sputnik Light, se conversó sobre la posibilidad de renegociar el acuerdo para incluirla.

Brolo regresó de Rusia con las promesas de envío de 400 mil dosis, pero sin cronograma de entrega y hay una preocupación adicional: no hay garantía de que lleguen los inmunizadores para completar el esquema de 150 mil guatemaltecos ya vacunados con esta marca.

Ayer en una citación con diputados, la congresista Evelyn Morataya cuestionó a Brolo sobre la incertidumbre:

De estas 400 mil dosis ¿vienen 150 mil para quienes ya se aplicaron la primera vacuna? Tengo información del Fondo Ruso que son primeras dosis.

En la misma citación Amelia Flores, ministra de Salud, dijo a diputados que se comunicó con los rusos para que en 20 días garanticen las 150 mil vacunas rojas ya que la vacunación de segunda dosis se debe iniciar en 30 días.

El retardo no es exclusivo de Guatemala

México reporta retraso en la recepción de segunda dosis. El mes pasado el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo que el adenovirus o vector viral utilizado en la segunda dosis de la vacuna Sputnik no se desarrolla tan rápido en los laboratorios como el primero. Eso llevó a México a considerar el uso de “Sputnik Light”, una propuesta que consistiría en una primera dosis como vacuna primaria y la segunda como refuerzo hasta seis meses después.

Una publicación de El Clarín de la semana pasada, apunta que solo 2 de cada 10 argentinos han podido ser vacunados con el esquema completo.  El diario argentino concluye que:

“Una cosa fue el ensayo de la vacuna. Otra, tener que producirla en cantidad para inocular a los rusos y también a los habitantes de otros 67 países que la  aprobaron este año donde viven 3.500 millones de personas. A la vez que Rusia no paró en su afán de promocionar la vacuna por el mundo y pronto comenzaron los desfases en la fabricación de los componentes 1 y 2”.

Instrucción presidencial 

Orlando Blanco, diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza, pidió a la ministra Flores declarar lesivo el contrato, pero Brolo, argumentó:

Fue una instrucción del ministerio y Presidencia de contar con el interés y disponibilidad y apertura por parte del Fondo Ruso de Inversión Directa para renegociar el contrato por la falta de cumplimiento.

Orlando Blanco: ¿por qué renegociar y no anularlo ante el evidente incumplimiento? El canciller respondió que desconoce los términos del contrato.

Otro cuestionamiento en la mesa fue: ¿por qué no viajó la ministra Flores a Rusia? su respuesta fue que tenía otros compromisos que atender, además:

Estimé que no debía gastar presupuesto para poder ir.

Y la diputada Karina Paz de la UNE increpó:

¿A qué fue el viceministro de Relaciones Exteriores?, ¿a qué fue el primer Secretario de la Subdirección de Europa?, ¿para tratar temas de salud? Ahí si nos gastamos Q39mil y no sé para qué; ministra, hubiera ido usted con el Canciller y hubiéramos tenido mejores resultados, usted sí conoce el contrato.

Guatemala ya registra 9 mil muertos por la enfermedad y a la fecha las donaciones han mantienen el plan de vacunación, pero no es suficiente.