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Allan Rodríguez, y consecuentemente Alejandro Giammattei y Miguel Martínez, fundadores y dueños del partido político VAMOS, comienzan a enfrentar la soledad. La bancada de Giammattei y Martínez ganó 39 curules en el Congreso y se suponía el grupo más grande en la presente legislatura. Pero ya no lo es: el bloque está dividido en pedazos.

Atrás quedó el partido que llevó a Giammattei a la Presidencia y que en cuestión de meses en 2020, se consolidó con al menos 115 votos cuando unos 10 bloques se aliaron y lo fortalecieron, contrario a la debilidad que presenta hoy.

En este contexto al menos 4 fracciones se identifican en la agrupación: la de Shirley Rivera, expresidenta del Legislativo; el segmento de Sergio Arana, diputado por Escuintla; el de Thelma Ramírez, del distrito de Izabal, ahora aliada, entre otros, con la facción de diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que responden a Sandra Torres. 

Los 39 al menos 30 se han distanciado de Allan Rodríguez, jefe de la bancada.

Ramírez, la diputada por Izabal: “Cada uno de los diputados está siendo muy responsable de cada votación; porque cometer un error por inducción de jefe de bancada o dueño de partido, esa factura se paga cara. Ahora, cuando el diputado decide por sí mismo y sí se equivoca, el error es personalísimo.  

• • ¿Quiere decir que ustedes no acatan instrucciones de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez, los dueños del partido?

• En algún momento se puede escuchar sugerencias, pero ya capataces de bloque, ya están dejando de ser. En este momento todos los bloques tienen diferencia porque no es bueno el caciquismo.

Para la ampliación presupuestaria del gobierno, 14 diputados de VAMOS votaron a favor; 8 en contra, entre ellos: Allan Rodríguez, Héctor Aldana, Víctor Valenzuela, Mynor Mejía Popol y Herman Echeverría (este último representante del distrito de Alta Verapaz). Así justifica los votos de VAMOS: tienen algunas situaciones de cumplimientos con sus distritos.

• Ahora hay divisiones: 
• “Yo le llamaría criterios a la hora de votar, porque no hay ningún expulsado, lo cual está sucediendo en otras bancadas”.

En pasillos parlamentarion, entre asesores y diputados, explican que VAMOS no expulsa a los diputados que se han separado, porque en cualquier momento pueden necesitar de ellos. Y, Cristian Álvarez, diputado de CREO, opina que temas como la elección del poder judicial, los puede unir de nuevo:  “Pareciera que están fragmentados, pero temas como estos los vuelve a unir”.

El diputado Napoleón Rojas dice que Rodríguez es buena persona con sus aciertos y desaciertos y en el tema cortes: “Esperemos en Dios que nuestro bloque no esté fragmentado; sabemos que hay algunos que han estado alejados. Entendemos la forma de cómo los diputados distritales se dirigen en el pleno y votan”.

El desmoronamiento de VAMOS lo interpreta así el diputado Julio Héctor Estrada de CABAL: al haber sido partido de Gobierno y que ya pasó un año, lo que antes los vinculaba, los vincula ahora menos. Entonces aparecen tres o cuatro grupos en la misma bancada, pero esa gente es muy hábil y en cualquier momento se vuelven a consolidar; no todos, pero sí un grupo importante. Están haciendo esfuerzos para mantenerse cohesionados y como lo que los mantenía era el apoyo del Ejecutivo, el gasto público y ya un año sin tener eso… la gente empieza a ver por su futuro y empiezan a ver el nivel de desgaste rezagado.

Para esta nota se trató de contactar con los diputados Arana, Rodríguez y Rivera, pero no respondieron. Rivera  forma el partido Nuevos Tiempos, con el cual correrá en las próximas elecciones. Mientras, VAMOS ¿podrá sobrevivir? 

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