¿Cuánto cuesta reparar los baños en una escuela? La Secretaría General de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) en su guía sobre costos promedio de construcción calcula que remozar los servicios sanitarios de un establecimiento escolar público puede costar Q12 mil. Ese es casi el valor que tres proveedores distintos cotizan para un servicio similar de pantallas led y equipo de sonido como el que amenizó el mitin de Sandra Torres en la Escuela e Instituto de Educación Básica por Cooperativa Lo De Carranza en San Juan Sacatepéquez, el domingo recién pasado.
Una ama de casa de 47 años, quien prefiere identificarse solo como Patricia, decidió cambiar a su hijo de 14 años de este centro educativo a otro:
Cuando él estuvo allí, realmente los baños estaban muy deteriorados. No hay agua potable, el agua la compran los alumnos. Hay algunas aulas que tienen pupitres nuevos y otras que están en muy mal estado.
Un alumno puede pagar Q10 por 1 galón de agua. Esta ama de casa cambió a su chico a un establecimiento privado donde paga una mensualidad de Q220.
La falta de servicios sanitarios y agua potable es general en San Juan Sacatepéquez, un municipio a solo 26 kilómetros de la ciudad. Los datos del ministerio de Educación revelan las condiciones de los 463 establecimientos educativos del municipio:
Carlos Roberto Rca, maestro de la Escuela Comunidad De Ruiz, San Juan Sacatepéquez:
Hay escuelas que no cuentan con agua: los niños tienen que llevar un litro de agua por día.
El maestro también debe llevar su propia agua en galón para consumo propio y para usar el sanitario.
Y San Juan Sacatepéquez es solo una muestra de lo que vive todo el país. En Guatemala hay 49 mil 264 centros educativos privados, por cooperativa, municipales y oficiales en los 22 departamentos. El 83% no cuentan con sanitarios y un total de 5 mil 782 no tienen agua.
Francisco Cabrera, consultor independiente en temas educativos, señala que varios ministerios deben intervenir para resolver la necesidad de agua y drenajes en las escuelas.
También explica que el mal estado de la infraestructura escolar genera incomodidad en los alumnos, ocasiona que pierdan la atención y no puedan aprender los contenidos, a pesar del esfuerzo del maestro. Cabrera resalta que la falta de infraestructura hace que los niños se desanimen al acudir a sus clases.
Es importante el significado que ese abandono tiene para los propios niños, la escuela es un lugar a donde acudimos para estudiar, para aprender, socializar, etc. Nos trata mal porque no nos da siquiera las condiciones más básicas y elementales para estar de manera adecuada.