Lia Thomas la nadadora profesional fuente de polémica en EE.UU. pasó a la historia el 17 de marzo al convertirse en la primera persona transgénero en ganar un campeonato en la rama de natación libre femenino en ese país. Su triunfo despertó opiniones entre deportistas y funcionarios estadounidenses e incluso algunos atletas guatemaltecos.
La controversia ha llegado a tal punto que el gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, proclamó a la subcampeona Emma Weyant como la ganadora de la competencia celebrada en la ciudad de Atlanta, Georgia, bajo el argumento de que se socavó la integridad de la competencia por permitir que una persona transgénero compitiera en un equipo femenino.
¿Es injusta la participación de Thomas en esa categoría? y ¿un hombre y una mujer pueden igualar las condiciones físicas en este deporte?
Santiago Reyes, campeón nacional de natación en aguas abiertas, dice que no está en contra de la participación de personas transgénero, aunque considera que en algunas competencias anatómicamente el hombre tendrá ciertas ventajas.
«Tampoco estoy convencido de que el resultado podría ser el mismo si él hubiera nacido mujer. Si se quiere hacer de esta manera y que participen, deberían crear una categoría nueva que incluya a ellos- trasngénero- pero que no entren en las categoría ya existentes, así como existe hombre y mujer, que exista la categoría transgénero para que exista la igualdad en el deporte».
Reyes dice que en Guatemala no conoce un caso similar al de Thomas y reconoce que en el caso de la natación, no todo es imposible, pues una mujer puede superar la condición física del hombre y ganarle.
«Si tenemos cierto nivel de fuerza física un poco mayor a las mujeres, por esa razón a muchas mujeres les cuesta hacer ciertas tareas de los hombres, no digo que les sea imposible hacerlo, si es posible que una mujer llegue a superar al hombre en cuanto a resistencia física».
Thomas nació en Austin, Texas, en 1999 y a sus 20 años se sometió a un tratamiento hormonal como parte de su transición. La Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA) aceptó su traspaso al equipo femenino de natación. En noviembre del año pasado comenzó a competir en categorías femeniles batiendo récords en medio de fuertes críticas. Algunos críticos de la participación de Thomas han señalado que cuando compitió en carreras de hombres no fue una atleta destacada y afirmaron que competir en la categoría femenil mejoró su posición general.
La natación estadounidense actualizó su política en febrero pasado para permitir que los atletas transgénero naden en eventos de élite. Los estatutos de la NCAA permiten que los atletas transgénero compitan como mujeres si se han sometido a la supresión de testosterona durante un año. Para Adriana Sosa, de 33 años, y entrenadora en la Federación Nacional de Natación de Guatemala desde hace 8, las estadísticas dicen que por niveles de testosterona solo hay una mujer entre un millón que puede superar a un hombre en cuanto a fuerza física.
«No es negarle participación, pero así como hay categoría para personas con discapacidad, debería tener su propia categoría. Los estudios se han basado en los análisis hormonales donde se manifiesta que ella -Thomas- tiene la misma cantidad hormonal de una mujer y eso es lo que la avala para participar a nivel universitario en estas competencia, pero sí tiene una ventaja sobre las mujeres».
Jorge López, director de Oasis, un movimiento por la diversidad sexual, reitera que el Comité Olímpico Internacional admite la participación de las personas transexuales y deberían participar en las distintas categorías, especialmente si se hacen exámenes de testosterona para cuidar la igualdad con las mujeres que participen en el mismo evento.
«Todas estas opiniones contrarias a la participación de mujeres trans en competencias deportivas evidencian la discriminación que existe en la sociedad, especialmente en sociedades como la guatemalteca en la que es muy común observar que la gente suele estar contraria al respeto de la dignidad humana».
El presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Sebastian Coe, expresó preocupación por la inclusión de deportistas transgénero en pruebas femeninas al decir que está en juego la integridad del deporte femenino, si no se toman medidas a futuro.