Cada época lluviosa es el mismo tormento para los automovilistas, motoristas y quienes usan el transporte público: quedarse varado por las inundaciones es la pesadilla, especialmente en paradas de buses,viaductos y principales calzadas y bulevares.
Ya muchos lo ven normal y las redes sociales se han convertido en una herramienta para alertar sobre las vías inundadas. La propia municipalidad siempre tiende a registrar inundaciones en cinco puntos de la ciudad:
- Paso a desnivel Reloj de Flores, zona 13 en dirección hacia El Trébol
- Anillo Periférico y 13 calle de la zona 11 bajo el puente cejusa
- 13 calle viaducto de la calzada Raúl Aguilar Batres zona 11
- Tramos de la calzada la paz zona 16
- 14 avenida calzada Roosevelt zona 11.
En cuanto a las causas, la comuna las atribuye a la acumulación de agua por las intensas precipitaciones, aunque afirma que las pozas se disipan en un promedio de 8 minutos, al asegurar que tres veces al año se limpian 42 mil drenajes en toda la ciudad de donde extraen desde bolsas con basura hasta colchones y llantas. Roger Escalante, vocero de la Empresa Mixqueña de Tránsito (Emixtra), afirma que a pesar de haberse ampliado algunos drenajes para evitar inundaciones, es difícil evitarlas.
«Hubo un empozamiento en una vía principal de la colonia La Comunidad, pero fue porque se tapó el drenaje por tanta basura que había».
Para el geólogo Manuel Mota, limpiar los drenajes es una acción superficial y no solo provocan inundaciones, sino problemas más graves como socavamientos.
«La probabilidad es latente, las condiciones están dadas, si no se revisa el tema de tuberías. Cuando se formó el agujero en la zona 6, la municipalidad se comprometió a revisar el sistema de drenajes, pero nunca lo hizo porque después se formó otro agujero en la zona 2 en el 2010 y el socavamiento en el periférico en la colonia Centroamérica en el 2021. No hay obra que dure una eternidad y si no hacen un mantenimiento cualquier cosa va suceder. Además vivimos en un área sísmica y hay tuberías que pueden responder en diferente manera ante un sismo o por las vibraciones del transporte pesado».
El Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) recalca que las inundaciones y colapso de drenajes se deben a un sistema de alcantarillado obsoleto que data desde los años 1930 y 1938 y no tienen la capacidad para la cantidad de agua pluvial que se genera en la ciudad.
A esto se suma el crecimiento urbano que ha permeado el suelo sin dar paso a que el agua se filtre, si se toma en cuenta que las capas tectónicas que conforman el valle de la ciudad están formadas por piedras pómez que absorben de mejor manera las aguas pluviales en algunos sectores, pero también de piedra caliza que hacen más difícil y lenta la absorción.
Byron Gonzáles, investigador del CEUR:
«El tema de variabilidad climática ha cambiado mucho, principalmente en intensidad de la lluvia. Tal vez llueve la misma cantidad pero en periodos más cortos, lo que hace diez años llovía en tres o cuatro horas ahora lo hace en 20 o 25 minutos, eso hace que colapsen los drenajes».
Otro factor que se observa en la ciudad son los niveles variados de las capas tectónicas. Esto provoca que los puntos más bajos sean sectores propicios para inundaciones, debido a que recogen las precipitaciones de los niveles elevados.
En mayo de 2019 la municipalidad de Guatemala puso en funcionamiento tres robots fabricados por un técnico municipal que estudió robótica en Japón, estos servirían para monitorear los lugares donde “históricamente” registran las inundaciones, especialmente en los viaductos, puesto que verificará las condiciones en que se encuentran los drenajes. Además se supone que detectan las áreas donde hay riesgo de hundimientos y conexiones ilegales en tuberías de agua para el consumo.