El país está dividido en dos grupos: una mitad de los guatemaltecos está satisfecha con el desempeño de los alcaldes; la otra los reprueba. El hecho curioso es que aunque una administración municipal sea ineficiente para proveer servicios básicos, las actividades sociales valen para calificar a un alcalde. Eso dicen y lamentan los expertos en temas municipales y vecinos.
¿Qué es lo que aprueba o desaprueba la gestión de un alcalde?
Damaso Rosales, consultor independiente en gestión municipal, dice que cumplir con principales demandas en temas de agua entubada, saneamiento, transporte y manejo de desechos debería aprobar o desaprobar una administración municipal. Pero los desfiles, las celebraciones por el Día de la Madre o del Niño, entre otras actividades, sumadas a las actividades electorales, cambian las “estadísticas”.
Los alcaldes hacen obras que se pueden ver o lucir y no temas de fondo. Llega un momento en que los vecinos no diferencian entre los verdaderos problemas y una actividad que les hace pasar una bonita tarde, pero que al día siguiente se levantan con los mismos problemas.
Rosales dice que los factores clave para medir los niveles de aceptación hacia un alcalde son: la temporada y el lugar de las encuestas, pues en el caso de la capital no es lo mismo obtener una opinión de alguien que vive en la zona 10 o 14 que en la zona 6 o 18, donde los servicios son escasos.
La encuesta se levantó entre el 18 y 29 de septiembre y los resultados positivos más altos son para alcaldes en el departamento de Guatemala.
Este año, el ranking municipal (2020-2021) efectuado por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia(Segeplan), reveló que de las 340 municipalidades el 92% no provee servicios públicos, pues los alcaldes son nuevos y no tienen experiencia. El monitoreo se basa en la observación de mercados, porcentajes de cobertura del servicio de agua en viviendas y control de calidad; también el tratamiento de aguas residuales, residuos, desechos sólidos y su disposición final.
En este ranking la municipalidad capitalina fue calificada con un índice “medio alto” en cuanto a servicios públicos, lo que quiere decir que de cierta manera atiende a la población en demandas como alumbrado público o distribución de agua entubada.
“El problema es que aunque un alcalde no cumpla con las demandas, está en constante contacto con los ciudadanos y los envuelve con la promesa de que solventará los problemas si lo apoyan en su reelección”, dice Lily Caravantes, concejal décimo de la municipalidad capitalina electa por el partido Semilla, “los ciudadanos aprueban a los alcaldes por obras inmediatas pero no a futuro”.
El hecho de que las personas estén contentas porque se hace obra para salir del problema a corto plazo es una debilidad. Se debe instruir más a la población de cómo se resuelve un problema. En el caso del agua no se trata de estar perforando pozos porque se va secar el manto freático, pero la gente lo que quiere es rapidéz.
Otras comunas de ciudades grandes como Villa Nueva tuvieron una calificación “media baja” en el ranking de Segeplan. Arístides Hernández, miembro del Concejo Municipal de Desarrollo Urbano y Rural (Comude) de dicho municipio, dice que se debe a que hay sectores que siempre califican bien a las autoridades ediles por obras superficiales.
“Las guarderías que eran un beneficio para personas de escasos recursos se quitaron en 2019. En administraciones pasadas para alumbrado público se colocaron lámparas led pero el servicio es pésimo, porque se queman y no las arreglan. Hay sectores en donde el agua llega dos veces a la semana o cada dos días y una o dos horas”.
El departamento de Comunicación Social de la municipalidad de Villa Nuevo informó que el 80% del municipio está cubierto con 16 mil luminarias a las cuales se les da mantenimiento y el 90.69% de viviendas de ese municipio cuenta con servicio de agua entubada.