“La situación es preocupante y lo único que queda es prevenir, no podemos hacer nada más”, dice Junior Salguero, Gobernador de Escuintla quien se ha reunido con las gremiales de pescadores artesanales del departamento para insistir en los peligros que representa la “marea roja tóxica”, debido a que en otras ocasiones, muchos no acatan las recomendaciones y “se pone en riesgo la vida de los consumidores”.
«No se han cumplido, siempre se ha vendido. Hay mucha confianza de los vendedores, por eso platiqué con ellos y les advertí que habrá sanciones porque hay leyes. Lo primero que debe prevalecer es la salud, no es contaminación de mano humana y debemos aceptarlo».
Hasta ayer los niveles de toxicidad en los moluscos bivalvos eran altos en las costas de Tiquisate, Escuintla. Las alertas se dispararon cuando el 29 de abril una familia se intoxicó por mejillones y un menor murió. Desde esa fecha se han reportado 11 casos de intoxicación, por lo que la Comisión Nacional para la Vigilancia y Control de la Marea Roja Tóxica declaró alerta roja en ese municipio y amarilla para otras playas en el litoral del pacífico, mientras se concluyen los muestreos.
La marea roja es un crecimiento desproporcionado de algas que debido a su color, proporciona al mar un color rojizo y es por eso el origen de su nombre. Estas algas producen una toxina que no es dañina para las especies acuáticas, pero sí para los consumidores.
Durante esta semana el personal del ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) continuará la extracción de muestras en costas del pacífico, mientras tanto se recomienda no consumir mejillones, almejas y conchas, pues por la toxicidad puede producir intoxicación severa e incluso la muerte.
Rubén López bran, jefe de la dirección de Pesca Artesanal del ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA)
«Hicimos pruebas en Champerico y salió a 0 afortunadamente. No hay peligro, pero tenemos que seguir muestreando en Tiquisate hasta que esté en los niveles más bajos. También debemos hacer los muestreos en puerto San José, Buena Vista, Iztapa y Las Lisas, en esos lugares hay alerta amarilla y se recomienda no consumir los moluscos».
El cambio climático también alteró este fenómeno, según López, pues décadas atrás era más común detectar la marea roja en temporada de lluvias . Sin embargo, este fenómeno se presenta en cualquier mes del año e incluso en diciembre.
Los síntomas de intoxicación son: hormigueo en los labios, lengua, boca y cara; luego se extiende y se pierde la fuerza muscular; pueden aparecer parálisis, dificultad respiratoria, náuseas, mareos y vómitos; estos signos pueden aparecer de 30 a 60 minutos después de comer los moluscos antes mencionados.
En cuanto a los productos del mar que pueden ser consumidos, aún en presencia de marea roja son: los pulpos, calamares, langostas, camarones, cangrejos y peces.
Aunque si bien los mejillones y ostras son bastante consumidos, no es temporada de demanda y las ventas solo disminuirán temporalmente en los mercados dice Gabriel Mendoza, comerciante de mariscos desde hace 20 años en el mercado La Terminal de la zona 4 capitalina, quien asegura que están conscientes del problema y acatan las recomendaciones.
«Nosotros seguimos vendiendo porque nuestro producto no solo es nacional, recibimos de México y de El Salvador. Tenemos todos los papeles donde se avala que el producto es de buena calidad. Solo de esos países vamos vender, por ahora no nacionales para evitar problemas».
Sergio Martínez, vendedor de moluscos en el mercado San José en la zona 7 de la capital, dice que de alguna manera sí les afecta pues no tendrán los mismos ingresos y porque los consumidores tienen desconfianza al comprar pescado y mariscos.