Mario Taracena, presidente del Congreso de la República entre 2016-2017 y actual diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), en su despedida y retiro, después de 40 años de carrera política, concede entrevistas siempre polémicas y controversiales. En febrero pasado en Emisoras Unidas acusó al Tribunal Supremo Electoral de recibir sobornos:
“El TSE recibe plata mensual, bajo de agua, y eso nunca lo había visto yo en mi vida y ahora tienen sueldo al mes y por eso le hacen caso al Presidente. Lo que yo nunca viví en 40 años de política fue que pistearan al TSE, este Tribunal está pisteado… y ¿quién lo dice? Mario Taracena”.
No es el primero ni el único que denuncia públicamente el pago de sobresueldos a políticos y funcionarios, pero evidenciarlos requeriría un camino extenso, fiscalías independientes o filtraciones de testimonios directos y documentos a la prensa.
En la historia reciente, un pago ilegal a un funcionario ya fue evidenciado y corregido: en 2017 el medio digital Nómada reveló que el expresidente Jimmy Morales –hoy candidato a diputado del Congreso de la República– cobraba, adicional a su salario de Q149 mil, un bono de Q50 mil del ministerio de la Defensa. El mandatario percibió 10 pagos que sumaron casi medio millón de quetzales, los cuales debió devolver.
En entrevista con ConCriterio, Mario Taracena reafirmaba ayer el señalamiento: “Yo ya hice la denuncia donde la tenía que hacer, si la fiscalía actúa ya no es mi problema. Yo lo dije en función de poner en alerta a todos los partidos que, por cierto, son una bola de lambiscones. Decirles: ¡cuidado hay un tribunal manipulado, manejados, ordenado y pagado!
Taracena asegura que hiló hechos que prueban que los magistrados del TSE estaban coludidos con Giammattei:
“Nosotros nos enteramos de una reunión entre Giammattei y Sandra Torres y, al día siguiente, miramos los efectos ¡demasiado obedientes!”.
Mario Taracena. Foto: ElPeriódico.
Comunicación Social de la Presidencia reaccionó:
“Rechazamos rotundamente los señalamientos realizados por el diputado. Este tipo de acusaciones, constitutivas del delito de difamación, únicamente buscan fomentar la desinformación en la población guatemalteca y ganar protagonismo con argumentos que carecen de fundamento. Todo lo relacionado al actuar de los diputados del Congreso de la República se sujeta a lo que establezca su ley específica y desde el Ejecutivo se es respetuoso de la independencia de poderes”.
El artículo 162, inciso b, de la Constitución de la República concede a los diputados “irresponsabilidad por sus opiniones, por su iniciativa y por la manera de tratar los negocios públicos en el desempeño de su cargo”.
Blanca Alfaro, magistrada del TSE, en cambio, respondió:
Creo que él conoce las leyes y sabe todo ciudadano que conozca de un ilícito debe hacerlo de conocimiento inmediato, porque puede cometer omisión de denuncia.
Y agrega:
“Todo lo que uno dice tiene que probarlo e invito al señor diputado a que ponga su denuncia. Yo no he tenido ninguna reunión con el señor Presidente, a mí nunca me han mandado nada; yo tengo un cargo público y es de mucho respeto… no sé a qué se refiere el diputado”.
El Ministerio Público, respondió que no existe ninguna denuncia en donde los magistrados del TSE, hayan sido denunciados por cohecho pasivo, ConCriterio llamó y escribió a Irma Palencia, presidenta del TSE, pero no respondió. Taracena, hizo otro señalamiento en su contra:
“A la presidenta del TSE, la acusaron de que se robó la caja chica de una comisión que dirigía. Imagínese lo que va a hacer ahora que está manejando millones”.
En el proceso de elección de Procurador de Derechos Humanos de 2012, en el cual Palencia fue candidata, un informe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), apuntó a que el 29 de julio de 2008 se le solicitó la renuncia como directora ejecutiva de la Comisión Nacional para el Seguimiento y Apoyo al Fortalecimiento de la Justicia del ministerio de Gobernación, por supuesto mal manejo de fondos públicos:
- Intereses generados no trasladados a la cuenta del Fondo Común.
- Gastos por concepto de combustible no procedentes.
- Gastos de servicios de atención y protocolo no justificados.
- Pagos no autorizados.
- Gastos personales realizados con recursos del Estado.
Irma Palencia, presidenta del TSE.
La denuncia de pagos ilegales a políticos y funcionarios como soborno marca la última década del país. En octubre de 2012, resonó una voz en el Congreso de la República, cuando los diputados aprobaban los préstamos para la carretera de Odebrecht. Entonces Roberto Villate, exdiputado de LIDER y hoy candidato a una curul por el Partido Podemos, liderado por Roberto Arzú, denunció:
“(…) Q50mil por la carretera, Q50 mil por la Junta Directiva (…) en total Q250 mil (…) todo aquel que vote por eso se gana la denuncia penal por corruptos, corruptos, corruptos”.
Una investigación documentó, años después, lo que Villate dijo. En enero de este año una investigación de la alianza de medios Redacción Regional reveló que el exministro Alejandro Sinibaldi, declaró a investigadores de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) que por el apoyo al préstamo pagó en efectivo hasta US$64 mil por diputado –unos Q250 mil. El medio señala que el exfuncionario señaló a 20 diputados, de los cuales 16 son congresistas actualmente.
Otros casos que nacieron a raíz de testimonios en el Congreso, fueron el pago de Q58.7 millones en 2014 para la aprobación de una ley que favorecería a la compañía Tigo con la instalación de torres en todo el país, una norma que finalmente fue suspendida por la Corte de Constitucionalidad. O también, las investigaciones que destaparon redes de diputados que crearon plazas fantasmas, casos que se iniciaron cuando Taracena, presidía el Congreso y abrió las nominas de empleados.
En medio de las declaraciones en las que señala al TSE, se percibe frustración en Taracen, pues quedó excluido del proceso electoral para su reelección. Él asegura que sus aliados partidarios, que hoy integran el partido VOS, prometieron incluirlo como aspirante a una curul en el Parlacen, pero lo excluyeron.