El mercado guatemalteco de seguros está conformado por 28 compañías: 2 aseguradoras estatales (pertenecen al Crédito Hipotecario Nacional), 18 privadas y 8 privadas de caución. De estas empresas, 17 son parte de la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros (AGIS), que engloba el 96% del volumen de dicho sector.
La industria aseguradora genera 3 mil 200 empleos directos y 12 mil indirectos (agentes, corredores, proveedores de salud, talleres, entre otros).
De acuerdo con Christian Nölck Rodríguez, presidente de AGIS, Guatemala tiene muchos retos en cuanto a la penetración de seguros. Actualmente el país posee la tasa más baja de Latinoamérica. “Para determinar esta métrica, se relaciona el número total de primas sobre el Producto Interno Bruto (PIB). Nosotros tenemos solo el 1.35%. Todos los países de Centroamérica están por encima de ese porcentaje. De hecho, el promedio en Latinoamérica es de 2.9%”, explica.
Chile es el país de la región más desarrollado en cultura de prevención y tiene una penetración de 4.3%.
El indicador que ha mostrado tener una correlación más efectiva con la penetración de seguros es el PIB per cápita, ya que este representa el ingreso promedio de los habitantes. Aunque Guatemala cuenta con el PIB más alto de Centroamérica, debido a la densidad de población (17 millones), la cantidad se diluye entre más personas.
“Los seguros son instrumentos que se adquieren cuando alguien ya ha logrado satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vivienda y salud inmediata”, dice Nölck Rodríguez. Por lo tanto, un guatemalteco con un salario promedio no tendrá los recursos suficientes para prevenir futuros gastos inciertos para sí mismo, sus familiares o terceras personas.
Situación actual
De acuerdo con AGIS, el 2020 cerró con 591 mil 616 personas aseguradas con gastos médicos. “Se experimentó un crecimiento natural con relación a los dos años anteriores: 552 mil 912 (2019) y 518 mil 533 (2018)”, asegura Nölck Rodríguez. El año pasado, más de 350 mil hicieron reclamaciones y se pagaron más de Q1 mil 500 millones.
El rubro más grande de asegurados en Guatemala está en tres tipos de seguro de vida: colectivo (638 mil 682), individual (93 mil 603) y para saldo de deudas (2 millones 579 mil 332). “Este último tiene que ver con los requisitos que ponen los bancos para otorgar un préstamo. Las entidades bancarias solicitan una cobertura de vida en caso de que la persona fallezca”, aclara el presidente de AGIS.
La crisis económica provocada por la pandemia afectó la penetración de seguros para vehículos. En el 2020 se vio un decrecimiento en comparación con el 2019: de 391 mil 796 se redujo a 380 mil 042. Además, 78 mil asegurados realizaron reclamos y las compañías desembolsaron más de Q637 millones en coberturas.
Según la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), en el año pasado el parque vehicular aumentó un 8.4% y se registró un total de 4 millones 110 mil 462 unidades. Es decir, solo el 10% de los vehículos que transitan en el país tienen seguro.
En la categoría de los seguros de vivienda, la cobertura es baja. A criterio de Nölck Rodríguez, las personas que adquieren este servicio son quienes compran inmuebles por medio de crédito y lo mantienen vigente mientras dura el financiamiento. No es frecuente que alguien asegure su hogar sin tener el compromiso de una hipoteca.
“Esta situación es preocupante, especialmente si se toma en cuenta que Guatemala es uno de los cinco países a escala mundial con más mayor exposición a eventos catastróficos: terremotos, inundaciones, deslaves y erupciones volcánicas. Esto puede conllevar a un problema social fuerte porque no todas las personas tienen los medios adecuados para reconstruir sus viviendas”, agrega el experto.
Según las estadísticas de AGIS, actualmente hay reclamos de Q176 millones 994 mil 278 y de Q11 millones 429 mil 855 para cubrir incidentes relacionados con los fenómenos tropicales ETA e IOTA, respectivamente.
La distribución de primas por tipo de cobertura tiene la siguiente composición: el 46% pertenece a daños (protección a autos, edificios, aviones o helicópteros), el 32% corresponde a gastos médicos y accidentes, y el 25% es por seguros de vida.
Oportunidades de crecimiento
Para lograr una mayor tasa de penetración de seguros en el país, Nölck Rodríguez sugiere una estrategia que incluya la obligatoriedad de seguros de responsabilidad civil y la protección a bienes públicos (infraestructura estatal).
Actualmente Guatemala solo tiene dos seguros obligatorios, pero son para segmentos pequeños: seguro para el transporte extraurbano de personas y seguro para el transporte del combustible. Aunque el Decreto 17-2020 establece que cualquier vehículo de transporte de carga o de personas debe tener una protección, todavía no hay un reglamento que lo obligue.
La necesidad de este tipo de cobertura, según Nölck Rodríguez, quedó en evidencia luego del accidente ocurrido el 8 de febrero en el kilómetro 70 de la CA-9 (ruta al Pacífico), en el que fallecieron cuatro personas y 18 quedaron heridas. Debido a que ambos vehículos contaban con cobertura de protección, las aseguradoras cubrirán Q850 mil en resarcimiento y daños.
En otros países también son parte de los seguros de responsabilidad civil las pólizas para parqueos públicos y para todos guardias de seguridad. “La idea es que se cuente con recursos para solventar daños probables a otras personas, así como para los colaboradores que tienen oficios de alto riesgo”, agrega el experto.
Otra oportunidad de crecimiento está en la cobertura que puede dársele a toda la infraestructura del estado (carreteras, puentes, aeropuertos, escuelas y hospitales). Estos seguros van a garantizar que el Gobierno cuente con los medios para afrontar la reconstrucción luego de una catástrofe.
“Con estas medidas podemos subir el nivel de penetración al 2%, que es una cifra más cercana al promedio de Latinoamérica”, concluye el presidente de AGIS.