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Menores asesinos: cumplen misiones ordenadas por pandilleros
El aislamiento del Preventivo para hombres de la zona 18 en el que vive Esvin López Santos alias “torta”, no es obstáculo para que opere con toda tranquilidad y reclute menores para cumplir misiones con la promesa de ascenderlos en el grupo, algo que no cumple y los adolescentes pagan con  la cárcel o su vida.
Publicado el 08 Jun 2022

Menores asesinos: cumplen misiones ordenadas por pandilleros

El aislamiento del Preventivo para hombres de la zona 18 en el que vive Esvin López Santos alias “torta”, no es obstáculo para que opere con toda tranquilidad y reclute menores para cumplir misiones con la promesa de ascenderlos en el grupo, algo que no cumple y los adolescentes pagan con  la cárcel o su vida.

El aislamiento del Preventivo para hombres de la zona 18 en el que vive Esvin López Santos alias “torta”, no es obstáculo para que opere con toda tranquilidad y reclute menores para cumplir misiones con la promesa de ascenderlos en el grupo, algo que no cumple y los adolescentes pagan con  la cárcel o su vida.

El Limón es el nombre de una colonia en la zona 18 capitalina, tomada desde hace años por las pandillas y con quienes algunos vecinos se han acostumbrado a vivir a pesar de extorsiones y crímenes. Sin embargo, otros, cansados de ese acoso, han preferido abandonar su vivienda para buscar paz en otro sector.

Es en una de esas casas abandonadas donde tres mujeres de 16 y 17 años decapitaron a Shirley Cristina Martínez, de 15 años como una orden de la pandilla del Barrio 18, porque invadió su territorio para cobrar extorsiones, afirman investigadores de la División Especial en Investigaciones Criminales (DEIC).

La madrugada del 3 de junio unos gritos desgarradores de auxilio despertaron a los vecinos. Las alertas de los moradores fueron tantas que en pocos minutos estaban presentes agentes de la PNC de una subestación policial, cercana al lugar de los hechos. La sorpresa de los policías fue encontrar a las tres menores en el acto, incluso, una de ellas grababa con su teléfono el cuerpo de Shirley, que yacía cerca de la puerta, posiblemente porque trató de escapar, dijeron los agentes.

Shirley tenía 15 días de haber cumplido 15 años y sus familiares afirmaron que no tenía ningún vínculo con las pandillas pues cursaba segundo básico sin ningún problema, pero unas horas antes de su muerte activaron una alerta Alba Keneth porque no aparecía.

A un costado del cuerpo se encontró un letrero en que se leía «sigannos mandando mas gente rata vos torta, ay esta tu paro vos jack”.

Este mensaje según los investigadores de la Deic, va dirigido a López Santos, alias torta, quien tatúa una rata a los miembros de su organización criminal.

«En el 2003 fue líder del barrio 18 pero cuando el “Lobo” Aldo Duppie Ochoa tomó el control en el 2005 le mató a toda la familia. Entonces, Alias torta declaró en contra de toda la rueda del Barrio 18. El torta está aislado en el preventivo de la zona 18 y a los que caen con él les tatúa una rata. Tiene su grupo de extorsionistas, la patoja trabajaba para él pero la descubrieron los rivales y ordenaron su muerte. Los grupos criminales agarran a los patojos, los llaman chequeos porque están en la fase de prueba y a través de varios hechos delictivos se ganan el respeto y pueden entrar a la pandilla».

El 2 de junio en Amatitlán fue detenido “El carnicero” así le apodan a un menor de 14 años señalado por delitos de asesinato, asociación ilícita, tortura y plagio, pues a su corta edad se involucró en varios crímenes en los cuales las víctimas fueron desmembradas.

Tanto a hombres como a mujeres se les promete un rango alto en la pandilla si cumplen misiones como el cobro de extorsiones y asesinatos. Hasta ahora solo hay cuatro mujeres que tienen poder en las decisiones del Barrio 18.

«A puro asesinato han logrado ese poder, hay tres que están presas y una libre, están en las cárceles de Santa Teresa, zona 18 y Centro de Orientación Femenino, en Fraijanes».

El carnicero y las tres menores están en centros a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, donde han recibido apoyo psicológico mientras se les dicta la sentencia. En el caso del carnicero solo puede ser de dos años de prisión, y seis para las adolescentes, dice la subsecretaria de Reinserción, Flor Dolores.

«Es de entender que son adolescentes y la justicia especializada es porque aunque parezcan grandes, sus procesos de formación cognitivos están en formación, entonces no toman decisiones racionales como un adulto, lamentablemente la niñez está en entornos violentos o viven con padres involucrados en hechos delincuenciales».

 

José Manuel Patzán