Gabriela Ramírez tiene 23 años y trabaja en una agencia bancaria ubicada en calzada Roosevelt. Cada mañanadebe caminar, al menos, diez cuadras desde la colonia Amparo, en la zona 7, hasta la Estación del Transmetro sobre el Anillo Periférico. Y luego para trasbordar, debe bajar en la calzada Roosevelt y caminar tres cuadras más para llegar a su trabajo. Ya no hay medio de transporte que circule en las vías que la acerquen a su lugar de trabajo. 

«Por las mañanas es un caos abordar los buses y por las noches, de regreso a la casa, sí debo pagar un taxi porque desde la estación de Transmetro hasta mi casa son calles muy oscuras».

Hoy circulan 819 buses incluidos el Transmetro, Transurbano, Transexpress y Transpinula. En 2019, previo a la pandemia, existía un parque autorizado de 3 mil unidades para 2 millones de usuarios.

La Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) es la entidad que da seguimiento al problema: y registra que hay sectores donde los usuarios deben caminar grandes distancias para llegar a estaciones del Transmetro y Transurbano y, además de la falta de buses públicos que ingresen a las colonias, cada vez las filas de usuarios en las estaciones se alargan más. La espera promedio es entre 30 y 40 minutos.

Una de las condiciones para que los buses rojos volvieran a operar era cumplir con el acuerdo municipal 42-2009 el cual prohibió la circulación de unidades mayores de diez años.

Con ese acuerdo, según la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua), se retiraron 650 camionetas que, previo a la pandemia, transportaban a 586 mil personas diarias. La decisión afectó las zonas 6, 7, 11 y 21 de Mixco, así como las 7 y 14 de la capital. 

La pandemia fue aprovechada por las autoridades para acelerar estos procesos y los transportistas también quisieron aprovechar el momento para exigir un subsidio, pero quienes perdieron fueron los usuarios, dice Édgar Guerra, encargado de la Defensoría del Usuario del Transporte Público de la PDH.

«En la Bethania, zona 7, no hay transporte hacia dentro por dos razones: no hay quien lo otorgue y por la inseguridad. En la zona 18, a pesar de que hay servicio de  Transurbano, ha disminuido paulatinamente la cantidad de unidades. La misma situación es para Villa Hermosa en San Miguel Petapa y la zona 21 en las colonias Nimajuyú, Venezuela, Justo Rufino Barrios. No digamos la zona 6,  Chinautla, que es donde proliferan los taxis piratas. En el área de Mixco a pesar de que existe el Transexpress hay áreas donde no llega».

La situación podría cambiar el próximo año si se cumplen los proyectos de transporte de los empresarios, refiere Guerra, pues hay al menos 6 por parte de las diferentes gremiales de transportistas e incluso la municipalidad traerá 73 nuevas unidades, algunos articulados para reemplazar los que han salido de circulación y se encuentran sin uso en los predios municipales.

Usuarios deben esperar hasta 40 minutos para abordar un bus del Transurbano.

El diputado Cristian Álvarez, del partido Creo, quien ha investigado denuncias relacionadas al Transmetro, afirma que los buses alimentadores hacia las estaciones de abordaje permanecen en un predio municipal porque cumplieron su tiempo de vida. Sin embargo, hay unidades para el traslado de pasajeros que simplemente están guardadas.

«Están en la Central de Mayoreo, allí guardan 120 buses de Transmetro. Yo he llegado en las horas pico y entre 40 o 50 buses no salen, no los sacan por costos. Allí te das cuenta del por qué hay estaciones donde la gente espera 40 o 50 minutos para que pase un Transmetro. Y para ahorrar ¿qué? Si  la municipalidad tiene Q190 millones de subsidio del Gobierno, pero lo usan para asfaltar calles».

Este año según Álvarez, la comuna adquirió 80 nuevas unidades para el proyecto del Transmetro a un costo de Q200 mil cada una por medio de arrendamiento financiero.

Con Criterio ha solicitado posturas en la comuna capitalina sobre las denuncias relacionadas al funcionamiento del Transmetro. Sin embargo, no se tienen respuestas en el departamento de Comunicación Social.