Tres estudiantes muertos, un biólogo incriminado y seis papás en una incansable lucha por saber ¿qué, quién o quiénes tuvieron que ver en la muerte de sus hijos? Es el embrollo judicial que no logra concluir 7 años después de la tragedia.
Pasaban algunos minutos después de la seis de la tarde del 30 de marzo de 2012. Tres jóvenes: Nahomy Lara de 20 años, Juan Carlos Velásquez de 24 y Ángel de León, de 20, estudiantes de biología de la Universidad del Valle de Guatemala, empezaron un recorrido por el canal del Río Dulce en las instalaciones de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN) para realizar un conteo de cocodrilos. Los chicos iban acompañados con el biólogo Lemuel Valle, trabajador de la minera. Tres horas más tarde ocurrió algo que hasta hoy solo Valle puede resolver: él fue el único sobreviviente.
Valle es acusado por el Ministerio Público (MP) de homicidio culposo, apenas la semana pasada empezó el juicio. La burocracia en el sistema de justicia y las acciones legales han retrasado durante 7 años el esclarecimiento de esta historia. Él en busca de terminar con la pesadilla tuvo la intención de declararse culpable, pero declinó de la idea porque no vio voluntad del resto de las partes para concluir el proceso.
En una llamada telefónica contó a ConCriterio su versión de lo que ocurrió aquella noche, cuando eran entre las 8:30 y 9.00 de la noche:
De repente la lancha fue movida por el oleaje y uno de los muchachos –Nahomy- se levantó. Yo no entiendo cómo es que la lancha dio vuelta, nos caímos, estábamos muy cerca de la orilla, pero eran las 9 de la noche, estaba oscuro y cuando uno cae, esos cuatro metros de distancia se sienten como que fueran millas. Entonces llegué a la orilla –incluso en la primera declaración no me recordaba si había visto la lancha o no, ahorita me estoy recordando que sí la vi- traté de darle vuelta, estaba golpeada, supuse que los demás estaban ahí y no. Fui a pedir ayuda a unos 60 metros.
A la duda de ¿por qué solo él sobrevivió? responde:
Alguna condición de desorientación, eran las 9 de la noche, yo sospecho que los muchachos nadaron para donde no era y no hay luz ahí.
El Ministerio Público cree que se trata de un accidente que pudo evitarse
Jorge García, a cargo de la fiscalía especial que siguió caso, señala que la acusación sostiene que la falta de protocolos de seguridad provocó la muerte a los universitarios:
Primero, salen en una lancha que no reunía los requisitos, era una lancha artesanal y no podía ser abordada por 4 personas. Además, no se contó con los medios de seguridad necesarios ante algún percance, así mismo, en ese momento en la mina no había ningún rescatista y la lancha de rescate estaba amarrada y tenía candado y la llave estaba en otro sector a 20 minutos, por lo que no había ningún medio de rescate, entonces hubo negligencia.
Valle responde a esas acusaciones:
Los jóvenes se pusieron su chaleco y yo no estoy seguro en qué momento ellos se lo quitaron y quieren hacerme responsable y en realidad yo no estaba a cargo de eso. Ellos eran mayores de edad y no vi a qué hora se los quitaron, pero al parecer no lo tenían. (764. 950) En una de las declaraciones de los papás se dijo que uno de los muchachos lo llamó y le dijo que llevaba el chaleco puesto.
Los investigadores, con el acompañamiento de peritos, reconstruyeron la escena con otra lancha en el lugar de la tragedia y determinaron que la misma no podía sucumbir. Valle afirma que él solo cumplía órdenes:
Obviamente todas las evaluaciones han sido sobre la copia –de la lancha- puede ser que la original haya tenido un fallo pero ya no se puede saber. Yo cumplí con las instrucciones que era llevar 4 personas, ahora si el vehículo está malo, usted no lo sabe.
En el caso aparecen como terceros civilmente demandados la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN) y la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), ambas han tratado de apartarse del proceso mediante acciones legales, pero de acuerdo con la fiscalía, tienen grado de responsabilidad porque ellos eran los firmantes del convenio para que los estudiantes realizaran esa expediciones y no se les proveyó de los protocolos de seguridad correspondientes, se buscó la postura de las dos entidades pero al cierre de la nota no fue posible la comunicación con ellas. El acusado fue despedido de la mina un día después de la tragedia y ha tenido que llevar el caso en solitario. El debate se desarrolla en la ciudad de Puerto Barrios y la próxima audiencia se realizará el 19 de este mes.