Las grabaciones de video mostraron el miércoles el fuego que consumió las covachas de madera de la población desalojada en la finca Chabiland, El Estor, en Izabal. Las imágenes muestran a una persona que rocía gas y unas 5 casas más arden en llamas. ¿Quién puso fuego ahí? Selvin Díaz, Juez de Paz a cargo de la diligencia:

Esas residencias agarraron fuego posiblemente por una mecha incendiaria, que fue la información que nos dio el comisario de la Policía Nacional Civil (PNC). No había agentes prendiendo fuego durante mi presencia. Recuérdese que hay protocolos establecidos y eso es prohibido y los agentes lo saben. Luego de que se le dio posesión al representante legal, nosotros no podemos determinar si él prendió fuego o las destruyó.

En el operativo de desalojo, de unas 3:30 horas, participaron 500 agentes, según Jorge Aguilar, vocero de la PNC. En conferencia de prensa Kevin López, Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, acusó a la prensa de manipular la información:

Para desmentir y rechazar la manipulación mediática contra el Gobierno, el cual fue pacífico, se privilegió el diálogo y se dio cumplimiento a los protocolos internacionales.

Este reportero consultó a la PNC quién incendió las viviendas, pero no respondieron.

Todos dicen que el desalojo fue un procedimiento tranquilo. El Juez de Paz dijo que las personas estaban armadas con palos y machetes, pero no reaccionaron al recibir la notificación a eso de las 11:30. Una hora más tarde ya no respondieron:

Se ingresó a la invasión y yo iba caminando con los agentes de la PNC y ahí ya no habían mujeres ni niños, solo hombres. Nosotros pensamos que iba a haber enfrentamiento, pero gracias a Dios no hubo.

Según el juez no había pertenencias en las viviendas, también  afirma que estas personas tienen viviendas al otro lado de la calle y a la vez invadían el terreno de la empresa Naturaceites. ConCriterio no logró contactar ni a los vecinos ni a la compañía.

Astrid Franco, delegada de la PDH en la diligencia de El Estor, confirmó que la PNC no usó la fuerza pues la personas al ser notificadas, se alejaron. Pero ¿cómo surge el fuego?

No tengo respuesta para eso porque nosotros no estábamos cuando inició el fuego en las cabañas, a nosotros nos llamó la atención.  Nos acercamos a la comisaría para recordarle los protocolos internacionales en donde dice que la policía no debe llevar a cabo ningún acto de esa clase. Ella ordena que se verifique y responde que sus elementos no fueron los que iniciaron las llamas.

Miguel Cardona, jefe del departamento de negociadores de la Comisión Presidencial por la Paz y Derechos Humanos (COPADEH), cuenta que solo 2 de cada 10 conflictos de este tipo se puede conciliar y explica cómo debe ser un desalojo:

• Se deben analizar las condiciones de derechos humanos
• Se debe establecer el alojamiento de traslado, alimentación y salud de las personas

El Observatorio de Derechos de Propiedad del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales y Financieras (CACIF) apunta en un informe de septiembre 2021 que según cifras del Ministerio Público (MP) cada año se presentan unas “3 mil 942 denuncias por delitos contra la propiedad inmueble a nivel nacional”. Los departamentos con mayor incidencia son Huehuetenango, Guatemala, San Marcos, Alta Verapaz y Quetzaltenango

El mismo reporte indica que de cada 100 denuncias, desde 2016 a 2020, cada año se encuentran 30 salidas alternas a los casos y 1 o ninguna sentencia. El informe detalla que en 5 años se han desestimado 63.2 denuncias por cada 100.

En su encuesta “Derecho Humano a la Propiedad”, el CACIF revela que el 47% de los empresarios encuestados respondió ser víctima de vulneraciones al derecho de propiedad, pero el 58% no denuncia pues cuando lo hacen, un 87% no obtuvo respuesta satisfactoria.

Este reportero solicitó datos de conflictos de tierras a la Comisión Presidencial de Diálogo, pero al cierre de la nota no respondieron. Ninguna institución respondió tampoco cuántas personas componen la comunidad desalojada y hacia a donde fueron trasladados, todos señalan que simplemente desaparecieron.