La crisis mundial por la escasez de portacontenedores y el alza en las tarifas de ese transporte se refleja en Guatemala: en especial en el costo y escasez de los productos que más se adquieren hacia fin de año: electrodomésticos, línea blanca y juguetes.
Desde 2020 los cierres temporales de las fábricas en el mundo interrumpieron el flujo normal de fabricación y comercio. Mientras la economía recuperaba la normalidad, la sobredemanda de pedidos provocó cuellos de botella para cumplir con las entregas a nivel mundial. A esto se suma la solicitud de transporte marítimo, escaso por el cierre de puertos.
En Guatemala, entre los artículos con más demanda para las fiestas de fin de año, según los importadores, están las estufas, lavadoras, licuadoras, microondas, televisores, consolas de videojuego, aparatos de sonido, juguetes y árboles navideños artificiales. Estos productos ya registran incrementos, aunque el movimiento se ve más reflejado en noviembre y diciembre.
Marvin Morales, quien desde hace 20 años se dedica a la venta de electrodomésticos en centros comerciales y el mercado La Terminal de la zona 4, asegura que el “golpe” ha sido fuerte” durante este año e incluso algunos empresarios se han retirado del negocio.
“En agosto liquidamos el producto con precio antiguo. Ahorita estamos con precios nuevos. Una refrigeradora de 7 pies con dos puertas que antes obteníamos a Q1,700 ahora nos la facturan a Q2 mil 300. Un televisor de 32 pulgadas Smart TV que estaba a mil Q700 ahorita está a Q2 mil 100. Son precios al mayorista y para el consumidor final los costos aumentaron en un 40 o 50 por ciento, solo las marcas más fuertes están aguantando”.
Sucede igual en los almacenes más populares para venta de electrodomésticos. Los vendedores responden que algunos productos están a precios bajos porque son del inventario antiguo, aun así las ventas están bajas este año y por eso tienen descuentos incluso del 38 por ciento en lavadoras.
David Juárez, vicepresidente de la Cámara Coreana de Comercio, explica que el traslado de un contenedor desde el continente asiático hacia Guatemala tiene un costo de hasta US$15 mil cuando antes de la pandemia era de US$ 2 mil o US$ 2 mil 500 según los productos y el tamaño del contenedor.
“Los costos por la logística de transporte serán trasladados al consumidor final o el importador también va decidir no trabajar los productos con alta demanda. Los productores locales que compiten con los importadores tendrán una alta demanda de pedidos pero también podría implicar aumento de precios”.
Otro de los factores que inciden es la compra de pedidos de todo tipo de productos que tiene Estados Unidos y eso afecta la distribución para Guatemala, dice Juárez. Y ojo, Juárez avisora una crisis para enero en la compra de los útiles escolares o materias primas para su fabricación como los plásticos, los cuales provienen de Corea y pueden incrementar su precio en las librerías.
Carolina Castellanos, quién se ha dedicado al comercio internacional de diferentes productos, refiere que los tiempos de envío se “alargan demasiado” y los pedidos deben hacerse con más anticipación, lo que implica pagos anticipados y no siempre se tiene el efectivo por lo que recurren a préstamos.
“Ahora sé que me toca pedir en agosto para que venga en octubre, antes era un mes de anticipación. Tengo que tener buenas ventas locales para tener efectivo o anclarme a un préstamo bancario para dar un anticipo, pero eso implica pago de intereses y afecta el costo final del producto”.
Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (AmCham), refiere que una de las alternativas es el traslado vía aérea desde Estados Unidos o América del Sur para cumplir con el tiempo de entrega; sin embargo, el transporte aéreo es más caro y se reflejará en el precio final del producto.