Han pasado 16 meses desde que Claudia Ruiz asumió la dirección del ministerio de Educación. La ministra, graduada en Gerencia Educativa, en Política y Comunicación y dedicada 33 años a la materia, llegó junto con cuatro viceministros: ninguno permanece hoy en el puesto. No son los únicos que han salido: 8 encargados de direcciones generales dejaron su trabajo, además de 26 directores departamentales removidos.
La alta rotación responde, según antiguos y actuales trabajadores del ministerio y consultores externos de la Cartera, a una ministra que prioriza la afinidad antes que las capacidades. En plena ola de despidos, los empleados de Educación recuerdan el pasado de la ministra, despedida años atrás por maltrato a subalternos.
ConCriterio solicitó hace cinco días al departamento de Comunicación de Mineduc, respuestas sobre los despidos y renuncias. Aunque la petición fue reiterada, no hubo respuesta.
En la cartera, no obstante, denuncian su favoritismo. Un ejemplo aflora a propósito de los hechos revelados por el sitio digital Soy502 esta semana: la hija de Ruiz, Claudia Estrada Ruiz, de 22 años, condujo “Aprendo en Casa”, el programa desarrollado por el Mineduc con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y auspiciado por Canadá, para grabar clases y transmitirlas en televisión durante el confinamiento de la pandemia. Casualidad o coincidencia, en abril de 2020 el Mineduc contrató a Anabella Cofiño Molina como encargada del Sistema de Certificación de Competencias de Educación Extraescolar. Ella es hermana de la directora de Educación en Unicef.
Otro caso es el de Oneida Aguilar Alfaro, propietaria del Colegio Integral Educar, un plantel que Ruiz inspeccionó mientras fue Supervisora Educativa. En marzo de 2020 Aguilar asumió como Subdirectora de Cooperación Internacional Multilateral. Una fuente aseguró a ConCriterio que la hija de Ruiz asistió al colegio de Aguilar y en llamada telefónica, la secretaria del colegio respondió que, en efecto, Ruiz supervisó al colegio pero no podía confirmar si la hija fue alumna sin la autorización de Aguilar.
A la lista de cambios se suma el despido de los directores departamentales juramentados en abril 2020. Esta remoción responde a que la Contraloría General de Cuentas señaló anomalías en las contrataciones. Los hallazgos los presentó la diputada Lucrecia Palomo, expresidenta de la comisión de Educación del Congreso:
“En el momento de revisar la papelería, nos pudimos dar cuenta que entre los documentos de la señorita de Jalapa habían falsificaciones, habían constancias de empleo que ella no había ocupado y muchísimas anomalías. Le preguntamos al director de Recursos Humanos cómo se había llevado esa convocatoria y la respuesta fue que se había contratado a una empresa particular para llevar a cabo el proceso.”
Un director departamental de Educación, con 19 años de laborar en el Ministerio, quien declinó ser identificado, explicó que su despido fue injustificado:
“No nos dieron ningún tipo de información. Sí fue muy extraño que nos removieron a los 26. ”
Tanto trabajadores como extrabajadores del ministerio señalan que la rotación de personal también obedece a maltrato laboral de parte de la ministra. Una extrabajadora de Direcciones Departamentales, antigua subalterna de Ruiz entre 2013-2015 cuenta:
“Nos llamaba cuando se cometía un error. Nosotros le decíamos “la silla de los acusados”. Ahí nos decía que uno era un inepto, incompetente, que no parecía profesional, que era lento y que la íbamos a poner en mal a ella. Más que todo era la prepotencia con la que trabajaba, porque nos humillaba.
Un miembro del equipo del exministro de Educación Ruben Alfonso Ramírez, confirmó que su jefe despidió a Ruiz por maltrato laboral en 2015.
Entre renuncias y despidos, los cambios son preocupantes. José Moreno, exviceministro de Educación:
“La inestabilidad en cuadros medios y medios altos de una gestión ministerial genera imprecisión en las medidas a tomar, genera poca ejecución tanto monetaria como de avance en los proyectos que se puedan tener en lista y genera incerteza en el gremio magisterial porque la toma de decisiones se ve interrumpida.”