Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público (MP), hurgó en el pasado del periodista y fundador del diario elPeriódico, José Rubén Zamora Marroquín, para construir un nuevo caso y acusarlo de un aparente uso de documentos falsificados de forma continuada. El MP fue a buscar las firmas en las boletas de aduana en cada ingreso al país, después de un viaje del acusado, para decir que no corresponden al periodista, sino quizás a otra persona. El fiscal se basa en un cotejo del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) hecho entre enero y febrero.

El MP afirma que las firmas dudosas corresponden a 2015. La acusación se presentó cuando el periodista está a punto de conocer la sentencia en uno de los cuatro procesos que enfrenta: la denuncia por la ley de femicidio planteada por Dina Alejandra Bosch Ochoa, hija de la magistrada de la Corte de Constitucionalidad, Dina Ochoa, por publicaciones que se sobre ella en elPeriódico, el caso por el de obstrucción de la justicia, de lavado de dinero y ahora este:

“Se logra establecer de que en 15 o 16 documentos no corresponde la firma a Zamora Marroquín, por eso se hizo la solicitud al juzgado. Cuando él firma esos documentos de Migración, esas boletas originales que se cotejan con la firma que ya se tenía en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF).

Pero ¿cuál sería el móvil para falsificar esas hojas? Curruchiche no tiene una respuesta:

“El señor Zamora Marroquín sabrá, sería interesante escuchar la versión, él no declaró aún y por lo tanto hay incertidumbre”.

Rafael Curruchiche.

ConCriterio trató de obtener respuestas en el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), pero contestaron que al tratarse de una declaración ante aduna, corresponde a Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).

Este reportero remitió las consultas a la SAT y preguntó si existen más denuncias remitidas al MP, donde la rúbrica del ciudadano no coincida como su documento, pero al cierre de la nota, no hubo respuestas. El MP tampoco respondió sobre ese extremo.

El abogado Julio Roberto Zaabedra Pinetta razona:

“La obligación jurídica y legal es que la firma sea hecha por la persona, en eso no hay cuestionamiento; pero en el caso del periodista Zamora, todos comprendemos que va más allá. Lo que preocupa es que este sea un nuevo proceso del MP con miras a buscar faltas o delitos insignificantes para efectos del daño que se cause a la sociedad por el hecho de que no se parezca la firma de una persona. Yo, como ciudadano, veo con preocupación que están buscando en un viaje de años, para ver si su rúbrica se parece o no, creo que la política criminal debe enforcarse en aspectos macro y perseguir casos de estructuras que realmente le hagan daño a la sociedad”.

El abogado cuestiona: ¿cuál es el impacto que se tiene? ¿omitió algún impuesto? ¿Tenía orden de arraigo o cuál fue el daño para la sociedad de que su firma no se pareciera?

Curruchiche asegura que no criminaliza al periodista, aunque los abogados dudan. Otros profesionales consultados pero que declinaron de hablar a los micrófonos por temor, califican de absurda la acusación del MP.  Y Zaavedra Pinetta añade:  Preocupa que se están dedicando esfuerzos del Estado en buscar papeles migratorios que no le hacen daño a la sociedad. Es dudoso: no tratemos de tapar el sol con un dedo, yo lo veo como cuando querían capturar a Al Capone, que le buscaban cualquier cosa, la más chiquita con tal de encarcelarlo.  

Zamora Marroquín espera sentencia por un caso de lavado de dinero y chantaje, la pena que pide el MP, es de 40 años.