La Iglesia Católica y la fundación Amor desarrollaban un proyecto para evitar que enfermos renales viajen de Izabal a la capital para recibir tratamiento de hemodiálisis, pero el ministerio de Salud no lo autorizó.
En junio de 2020, en plenas restricciones de movilidad por causa de la pandemia, el vicariato apostólico de Izabal formó el grupo Ángeles Guardianes y comenzaron a recaudar fondos para que el hospital, Japón en Puerto Barrios, Izabal, tuviera una sala de hemodiálisis.
Con el apoyo de entidades privadas recaudaron Q213 mil y comenzaron el proyecto, posteriormente se unió la fundación Amor que proporcionó los equipos e insumos, así que recibir un tratamiento en dicho centro asistencial iba a costar simbólicamente Q193, los cuales pagaría el hospital, no el paciente.
El sacerdote Anton Grech relata que “todo iba a paso lento, pero en buen camino”, comenzaron con la construcción de un pozo mecánico para abastecer de agua al hospital que paga Q40 mil mensuales por el servicio de agua entubada. Pero cuando Francisco Coma asumió como ministro de Salud, no autorizó el proyecto.
«Todo esto crea un gran malestar sabiendo la situación precaria en que se encuentra la salud y también dicho ministerio, que todavía rechaza esta donación que es para la población vulnerable de Izabal. Esto refleja que hay otras razones egoístas detrás de todo esto”, declaró Grech en un video difundido por redes sociales».
Ana Elisa Castillo, presidenta de la fundación Amor, dice que la idea era proporcionar las máquinas, darles mantenimiento, tener a disposición equipo extra por si se arruinaba y conseguir los insumos médicos a costos económicos.
«En Guatecompras solo los insumos cuestan Q258, ya no digamos el procedimiento completo que es de Q626 y Q4 mil en otros servicios. En la ciudad tenemos dos salas de hemodiálisis que operamos con la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Crónico- UNAERC- y en cada servicio le damos a ellos insumos, energía, agua, médicos, técnicos y los tratamientos –al hospital- le salen en Q370».
Francisco Coma, ministro de Salud, explica que no autorizó el proyecto porque en un inicio se les dijo que era una donación, pero después se les informó que debían pagar Q193 que él reconoce “es una cantidad baja”, sin embargo, en el marco legal es una “donación condicionada”, por lo que se abrirá una licitación para que existan oferentes.
«No puede ser que alguien diga voy a donar pero necesito que me des este valor».
Una publicación de El Periódico reveló que desde que asumió el presidente Alejandro Giammateii se ha favorecido con contratos millonarios a la empresa japonesa Nipro, que presta servicios de hemodiálisis.
Desde esa fecha la compañía se ha vuelto el principal proveedor de kits de hemodiálisis para UNAERC y el Hospital San Juan de Dios y ha logrado Q43 millones. Mientras que de 2015 a 2018 solo habían recibido contratos por un total de Q2.7 millones.
La empresa también logró servicios por Q96.41 millones con el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) en 2021.
Israel Flores, gerente general de Nipro Guatemala, dice que no se consideran privilegiados por el gobierno y no obstaculizan la competencia.
«La atención debe ser ininterrumpida, si el paciente no recibe el tratamiento se muere y es importante que la empresa que asuma este servicio tenga un servicio sin interrupciones».
En este contexto, la presidenta de la fundación Amor indica que UNAERC hace cuatro años comenzó a comprar servicios completos a Nipro:
«Lo hicieron por medio de una carta de entendimiento, en la ley no se contempla carta de entendimiento pero sí convenios y los requisitos para los convenios dicen que no se podrán hacer con instituciones con fines de lucro».
Erick Mollinero, director Administrativo de UNAERC, considera que hay una libre competencia, a la vez que afirma que no hay preferencia para adjudicar contratos a Nipro, pues no hay otras empresas oferentes, posiblemente porque no cumplen los requisitos y no se consideran capaces de cumplir la demanda de 8 mil pacientes que reciben tratamientos de hemodiálisis en esa entidad.
La batalla por lograr los contratos millonarios para tratamiento de hemodiálisis también se libra en el IGSS, en estos concursos han participado las empresas, Medicina Corporativa de Diálisis, S.A; Nipro Medical Corporation – Sucursal de Guatemala; Sugerencias Médicas, S.A.; Hospital Centro Médico Bethesda, S.A y Clinica Medica Renal Emanuel, S.A.