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Las grandes ciudades como París o Nueva York no han controlado la plaga de roedores que invaden sus calles desde hace décadas y mejor piden a sus ciudadanos que aprendan a convivir con ratas y ratones.
Guatemala no escapa del problema: vecinos de la capital denuncian la proliferación de estos animales en diferentes zonas. Por ejemplo, áreas del bulevar La Asunción en la colonia Arrivillaga, zona 5; alrededores de la Plaza Berlín, en la zona 13; y calles circundantes de la Plaza de la Constitución y Palacio Nacional de la Cultura en el Centro Histórico.
Ninguna autoridad responde por la invasión de estos animales: el ministerio de Agricultura señala que les compete el campo y roedores silvestres; el ministerio de Salud aclara que se encarga de la promoción y educación en salud; y la municipalidad de Guatemala indica que reporta las plagas a Salud Pública para coordinar planes, pero estos están en proceso.
El código de Salud Pública en el artículo 63, inciso a, apunta que corresponden al ministerio de Salud, las medidas para proteger a la población contra animales que constituyan riesgos para la salud.
Eddie Mendoza, exviceministro de Agricultura, tiene una explicación sobre el surgimiento de ratones:
En el campo, la rata siempre existe, toda vez ellas tengan comida, están felices; pero cuando hay fríos extremos buscan calor y, por lo tanto, los hogares. Para estas fechas, en el campo vemos más roedores en las bodegas y podría estar pasando lo mismo en la ciudad: viven en las alcantarillas y con estos fríos están migrando, buscando calor. En el verano no las vemos porque se siente fresco allá abajo.
El artículo 65 del código de Salud señala que coordinada con otras instituciones, Salud Pública debe promover en las comunidades la protección del ambiente y la eliminación de factores que incentiven la proliferación de vectores transmisores de enfermedades.
Javier Mendoza, propietario de un restaurante en el Centro Histórico, sabe del problema: nosotros nos protegemos con fumigación biológica que nos ha funcionado de maravilla; pero sí, es una plaga especialmente en los alrededores del Palacio. Por ejemplo, uno se para en la esquina del Parque Central a las 10 de la noche y sí es impresionante ver eso: son unas grandes ratas las que salen de ahí y eso ya lleva años, por lo que nos parece extraño que nunca hayan accionado los entes encargados.
Este restaurantero ha notado además: cuando llega la lluvia, aflora más ese problema: cucarachas y ratas; nosotros no tenemos ese problema, pero lo vemos en los parques: San Sebastián, Morazán, Plaza Central, son esas áreas donde hay jardines.
Andrea Stella, de la Gremial de Restaurantes de Guatemala se queja que ninguna institución les apoya en combatir el problema: nosotros somos los afectados, hace poco tiempo salió una nota de un restaurante donde mostraban ratas, que no eran del restaurante, salen de la calle e ingresan a los locales. Es tremendo ver en la noche la cantidad de ratas, de hecho el veneno para ratas estaba agotado.
No son los únicos lugares, pues en redes sociales los usuarios publican vídeos de grandes roedores que pasean cuando cae la noche por el parque central de Antigua Guatemala.
El año pasado un video en la tienda de supermercados La Torre de Flores, Petén, se hizo viral cuando un ratón se pasea sobre los productos. La cadena inmediatamente anunció el cierre de la sucursal para controlar la plaga. El exviceministro del MAGA: un supermercado tiene muchos cuidados para eso, igual que la industria alimenticia. Tienen sus sistemas de control con trampas y poner cebo.
En París, las autoridades crearon un comité para investigar formas de coexistir con los roedores y eliminar los prejuicios contra estos. Se estima que en esa ciudad hay el doble de ratas que ciudadanos. Entre las causas de proliferación: la densidad urbana, los desechos y la comida que se tira al suelo.