Fue en diciembre cuando Luis Jerez, un médico de 49 años, llegó al Centro de Vacunación en la plaza Tigo en carretera a El Salvador en búsqueda de la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Estaba preocupado pues las noticias mundiales daban cuenta de la velocidad en la propagación de la variante ómicron. Salió decepcionado del lugar por la respuesta que recibió.
Los encargados le dijeron que debía esperar a que otras 9 personas se juntaran atrás de él para abrir un frasco de dosis Astrazeneca e inmunizarlo. Esperó 4 horas y nada.
«Me correspondía la Astrazeneca, llegué a la una de la tarde y a las cuatro me dijeron junto a las ocho personas que estábamos allí que no se habían reunido las diez personas, que no podían abrir el frasco y que era hora de cerrar el centro y nos teníamos que retirar».
Es baja la afluencia de personas para aplicar el refuerzo de vacuna contra el covid-19 y eso provoca que quienes asisten en búsqueda de la dosis se retiren. Esperan entre 2 o 4 horas para que se reúnan 10 personas pues los frascos del antídoto contiene diez dosis en promedio.
La enfermera Glandia Herrera es voluntaria para suministrar vacunas en un centro de Salud de Boca del Monte, Villa Canales. Ella ha sido testigo de cómo en las últimas dos semanas bajó la cantidad de personas que buscan la tercera dosis. Esto genera más espera y ha notado que quienes sí llegan, mejor se retiran, pues no quieren esperar más tiempo.
«El problema es que no dejan vacunar con Astrazeneca ni Moderna si no tenemos a las 10 personas en la fila. Tristemente mucha gente espera desde las 8 hasta las 11 de la mañana y no logramos juntar ni siquiera la mitad del grupo. Entonces la gente se retira del centro de vacunación sin su dosis».
Al ingresar a los centros de vacunación, el personal ofrece opciones y pregunta qué vacuna quiere para el refuerzo. Según Herrera ha notado desconfianza hacia la vacuna Sputnik y, por orden del ministerio de Salud, debe ofrecerse para la tercera y primera dosis, puesto que está por vencerse en este mes, aunque desconoce la cantidad.
Herrera dice que la vacuna Moderna, al menos en ese centro de Salud, tampoco se aplica para refuerzo, solo para quienes van para segundas dosis, sin que se sepa la causa.
«Incluso si tenemos Moderna podríamos ponerla de refuerzo para quienes se pusieron Astrazeneca, Sputnik y Pfizer, pero no lo hacen. A los que se pusieron dos dosis de Moderna les ofrecemos la tercera de Pfizer».
Según el tablero Covid-19 del ministerio de Salud, hasta el miércoles 2 de febrero contaron 1.2 millones de vacunados con la dosis de refuerzo. Entre estos se cuentan 744 menores de 12 a 17 años. El rango etario entre los 30 a 39 años es el que más tiene la tercera dosis con 256 mil vacunados.
El epidemiólogo y director del Observatorio Pandemia Sars-Cov-2/Covid-19, José Ortíz dice que en el área metropolitana ya no hay interés por vacunarse con el refuerzo y menos en la provincia.
«Hay una falsa sensación de la gente de que con dos dosis ya está cubierta. Ya vamos por la cuarta ola de contagios y aún con la cobertura que se tiene, no se ha podido aplanar la curva epidemiológica».
Ortiz dice que un frasco de vacunas contra Covid-19, una vez abierto, expira en 8 horas promedio en un termo frío.
No fue posible conocer la respuesta del ministerio de Salud sobre cuál es la afluencia de personas que buscan la tercera dosis y cuáles vacunas están por vencerse. Según un monitoreo de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) hay lotes de vacunas de Sputnik que están por vencerse durante este mes y marzo próximo.