Roberto Mota Bonilla renunció como jefe de seguridad del Organismo Judicial (OJ) solo después de que salió a luz que hay una orden de captura en su contra bajo cargos de violencia contra la mujer en su manifestación psicología y económica.

Nadie en el OJ sabe sobre el hombre que fue jefe de seguridad hasta ayer por la mañana. Nester Vásquez, presidente del OJ y Corte Suprema, no respondió cómo llegó la carta de renuncia al Palacio de la Justicia ni cuándo fue la última vez que se le vio en su despacho.

Mota Bonilla no pudo ser detenido een la diligencia llevada a cabo en OJ por agentes de la Policía Nacional Civil y Ministerio Público (MP). Y la duda que queda en el ambiente es:

¿Evitó el Organismo Judicial la captura de Mota Bonilla, lo protegió?

Ese es el planteamiento que realiza Delia Dávila, magistrada de la Corte Suprema de Justicia, en una carta enviada a Nester Vásquez, presidente de ese organismo. Dávila solicitó a Vásquez a través de la misiva que se investigue para establecer si existió obstaculización para capturar al antiguo jefe de seguridad. Consuelo Porras, Fiscal General de la Nación, habló sobre el caso:

La orden de captura está dada, es decir que en cualquier momento puede ser capturado el jefe de seguridad. Consecuentemente está en manos de la fiscalía correspondiente ejecutar esta captura por tanto que es una orden de juez competente. Los fiscales tienen instrucción de ejecutar las acciones que conforme a derecho se vayan dando.

El  presidente de la Corte Suprema negó obstruir el trabajo de la justicia; sin embargo evitó hablar sobre los problemas legales de Mota Bonilla. Sobre el día de las diligencias para la captura del exjefe de seguridad dijo:

En ese momento yo no me enteré, además en ningún momento ellos indicaron que traían una orden de aprehensión, lo que me informaron después fue que habían venido dos laborantes del Ministerio Público. Este asunto del proceso penal es muy personal algo que yo desconocía.

Bastiones de Mota Bonilla

El exjefe de seguridad levantó controversia en las últimas semanas, pues los jefes de alto impacto desconfiaron de los cambios irregulares a sus circuitos de seguridad personal desde que asumió Mota Bonilla. Este llegó al OJ en ¿ diciembre de 2018 de la Secretaría de Inteligencia Estratégica. Y, reconocido como amigo personal del presidente Jimmy Morales, pronto las autoridades judiciales adjudicaron el puesto en un proceso de nominación del cual el OJ, ante una petición de libre acceso a información pública, se reservó la información bajo pretexto que se tratan de datos sensibles.

Mientras los juzgadores se quejaron de hostilidad hacia ellos de parte de Mota Bonilla, el OJ hizo circular versiones de jueces controvertidos que, contrario a sus colegas de alto impacto, halagaron la labor del nuevo jefe de seguridad.

Haroldo Vásquez, presidente de la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad, considera que con la renuncia de Mota Bonilla no se cierra el capítulo, ya que el exdirector llegó acompañado de un grupo de personas que ejercen control dentro del organismo:

Nos preocupa que se mantenga un sistema de vigilancia más que de seguridad a favor nuestra. Se habló siempre de personas que andaban de particular que observaban y que no respondían a nadie más que a la dirección de seguridad.

Vásquez agregó que previo a conocer de la renuncia de Mota Bonilla se solicitó una reunión con el pleno de magistrado debido a que no encontraron respuestas a las peticiones que plantearon al presidente de la Corte Suprema. La reunión sigue en pie:

El tema de la seguridad y la justicia no lo personalizamos y luego de las falencias que hemos encontrado pedimos que el proceso –de contratación- se haga bajo perfiles de idoneidad y capacidad y que al transparentarse nos tomen en cuenta para que pueda haber una especie de observatorio para que los contratados sean los idóneos.

La agrupación cree que mientras no se haga una revisión del personal contratado por Mota Bonilla las condiciones no cambiarán.