En noviembre del año pasado, el Arzobispado de Guatemala autorizó los cortejos procesionales para la Cuaresma y Semana Santa, bajo advertencia que todo depende del semáforo de alerta sanitaria del ministerio de Salud debido a la pandemia del Covid-19. La sola autorización despertó la esperanza que ahora pareciera derrumbarse con la suspensión de varios cortejos procesionales.
Mientras la variante Ómicron avanza en el país, en redes sociales prevalecen las críticas y cuestionamientos de fieles católicos de por qué se prohíben actividades religiosas y otras se realizan sin prevención.
Carlos Rodríguez, de 46 años, devoto cargador desde los 7 años e integrante de la Asociación de Jesús Nazareno de los Milagros en el templo de San José, zona 1 de la capital, está molesto.
«Mantenemos la esperanza de que se vuelvan a retomar las procesiones, tenemos que reinventar, educar a la gente, como para que no sigan la procesión en todo el recorrido, sino que la vean parados en un punto, en una cuadra. Dos años sin procesiones duele y soy promotor de que se busque la forma de llevar a cabo los cortejos».
Aunque en el Centro Histórico de la capital hay 26 hermandades que coordinan cortejos procesionales en Cuaresma y Semana Santa, algunas ya suspendieron sus actividades religiosas, el resto no se ha pronunciado ni anunciado venta de turnos.
La procesión de Jesús Nazareno de la Salvación de Antigua Guatemala, que se celebra el primer domingo de Cuaresma, fue suspendida por decisión de la hermandad, aunque anunció que se mantienen vigentes las velaciones y la conmemoración del primer domingo de Cuaresma con cierto aforo de personas.
Sucesivamente la Hermandad de Jesús Nazareno del Consuelo y la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro del Templo de la Recolección en la capital, anunciaron la suspensión de los tradicionales cortejos del primer y cuarto domingo de Cuaresma.
Walter Velásquez, colaborador parroquial de la hermandad de la Merced de la zona1, confirmó que la procesión del 26 de febrero por el tercer centenario de la jura del Patronazgo y Rogativa sigue firme y ya se vendieron los turnos, los cuales se entregarán si los cargadores presenten el carné con el esquema de dos dosis de vacunación.
«No podemos poner distanciamiento entre cargadores, porque no aguantan el anda,pero sí entre las filas de devotos que acompañan a la procesión, aunque no se puede garantizar porque la gente se estará moviendo».
Velásquez dice que por ahora desconoce qué acciones se tomarán si aumentan los casos. Durante la Cuaresma y Semana Santa, La Merced tiene a su cargo cuatro cortejos procesionales, de estas ya suspendió la infantil, para no exponer a los menores, mientras se analiza si venden turnos para otras tres.
Para Héctor Montes, de la hermandad de la Consagrada Imagen de Jesús Redentor de la parroquia Inmaculada Concepción de Villa Nueva, todo está previsto, pues se comenzó la venta de 80 turnos para el cortejo procesional de Jesús Nazareno Redentor el 6 de marzo.
«El devoto debe presentar su carné de vacunación con dos dosis como mínimo, al cargar deberá utilizar careta y mascarilla, deberá portar una toalla húmeda para limpiar el área que tocó y portar guantes de látex. El anda se limpiará cada cambio de turno».
Montes dice que se redujo el número de cargadores en más de la mitad y el tiempo de recorrido, en temporada normal era de 10 horas y ahora será 3, de incrementarse los casos de Covid-19 para esas fechas, el recorrido se hará a lo interno del templo.