Con las primeras lluvias de mayo comienza la “cosecha de fuego”, así llaman los agricultores a la siembra de maíz blanco que comienza en este mes para cosechar en octubre, una época que promete mucho. Pero quienes están preocupados son los transportistas de este producto que le compran a los pequeños agricultores, pues se quejan de un “asedio” constante de parte de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y la Policía Nacional Civil (PNC) que ha mermado sus ganancias por el decomiso de 30 camiones en al menos 8 meses por no pagar sobornos de Q2 mil o hasta Q5 mil a cambio de que el producto no les sea decomisado bajo la causa de contrabando. Los camioneros niegan que ese sea el origen.

Cesar Sontay tiene 40 años, de los cuales 20 ha ocupado en la compra de maíz a pequeños agricultores. Él asegura que no había visto tal asedio antes por no presentar factura del maíz que compran a pequeños productores de Petén e Izabal.

«Uno compra 10 o 15 quintales, entonces a los campesinos no les podemos exigir factura. Eso  no lo ve la SAT, nos están viendo como una empresa, tampoco podemos facturar como pequeño contribuyente porque tenemos que facturar Q150 mil al año y en una camionada de 300 quintales se invierten unos Q50 mil, entonces ¿qué? solo podemos hacer esto tres veces al año».

La SAT ha rechazado los señalamientos de corrupción en puestos de control y a través de un comunicado informaron que son operativos que  fortalecen la vigilancia y garantizan que las mercancías de contrabando no lleguen a los mercados del país. En octubre de 2020 la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) anunció una nueva modalidad para combatir el contrabando que consisten en operativos en carretera utilizando escáneres. Esto se hace a través de puestos fijos, que están ubicados en áreas fronterizas.

Sontay dice que por lo general los puestos de control se ubican en Río Dulce, Izabal y en El Progreso. Ahora han exigido a la SAT que encuentre una solución sobre cómo se solucionarán la situación y para negociar la devolución de los camiones decomisados, de lo contrario, amenazan con ir a paro nacional, lo que según ellos afectará el traslado de producto hacia los principales mercados.

«Dicen que no es maíz nacional. Yo me pregunto ¿por qué casi llegando a la capital ponen estos controles? Si saben cuáles son las  fronteras por donde ingresa el producto de contrabando».

Los transportistas han manifestado por los operativos de la SAT y PNC.

En Guatemala la época de siembra por lo general comienza con las lluvias y trasladar grandes cantidades de maíz en estas fechas resulta sospechoso, a pesar de que algunos productores cuentan con sistemas de riego o bombeo por tener lagos cerca, dice Luis Mazariegos, coordinador del Observatorio Contra el Contrabando de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas.

 «Y la frontera con México es el área de mayor incidencia de contrabando de maíz blanco en Guatemala. Se estima que el maíz de contrabando ocupa un 25 por ciento del mercado nacional. En Guatemala cosechan 43 millones de quintales al año, estamos hablando de ocho millones de quintales que ingresan de contrabando desde México, quiere decir que de 10 quintales que se venden en Guatemala, dos son de contrabando y el consumidor no los puede distinguir. En el caso del maíz amarillo se han detectado contrabando desde Honduras».

Mazariegos asegura que en el mercado La Terminal es donde se mezcla el producto legal y el de contrabando sin que el consumidor note la diferencia. En ese mercado, según los vendedores, el quintal de maíz legal  tiene un costo de Q170 y Q100 el de contrabando.

«El contrabando desplaza la cosecha nacional, tiene siempre un diferencial de precio por la tasa de cambio que puede tener con México o por el costo de materias primas para producirlos». 

La reacción de la PNC fue diferente ante las denuncias de los transportistas. El vocero policial, Jorge Aguilar: 

«Se pasó la denuncia a Inspectoría General  y se estará investigando el tema, si se encuentran culpables serán llevados a la justicia».