A medio año del sismo de 5.6 grados que dejó 30 mil personas afectadas, el subsidio aprobado por el Congreso no llega a los damnificados. Aunque Q82 millones fueron destinados a reconstrucción, los trámites y la falta de verificación de daños mantienen a cientos de familias viviendo entre ruinas, mientras parroquias y vecinos asumen tareas que el Estado no ha cumplido

