Hace tres años  una joven acudió a la Fiscalía contra la Trata de Personas para denunciar cómo una imagen íntima suya se difundía en una red de mensajería instantánea. Ella, ahora de 33 años, administradora de empresas, contó a ConCriterio que denunció a su exnovio y a los integrantes de Talento Chapín en Telegram porque repartieron sus imágenes.

Ese es el mismo sitio que la semana pasada se hizo viral cuando miles de imágenes e información privada e íntima de mujeres, incluidas niñas y adolescentes, fueron difundidas en ese grupo que contó 32 mil integrantes antes de cerrarse. El escándalo digital llevó al Ministerio Público (MP) a abrir un expediente.

Ligia Hernández, diputada de la bancada Semilla, asegura que después hubo mujeres amenazadas:

Ante la gravedad de la situación y la indiferencia de las autoridades, decidí preparar una denuncia y solicitaré también que se proteja a las jóvenes que contribuyeron a denunciar este problema.

Los hechos de la primera joven que denunció estas prácticas se remontan al 2018, cuando un amigo le advirtió que en el grupo “Talento Chapín” compartían fotos íntimas de ella y su información personal. La víctima prefiere no identificarse y ConCriterio distorsiona su voz para proteger su identidad.

Es que dijeron que eran tuyas, pusieron tus redes sociales, pusieron donde vivís, pusieron la casa de tus papás, a qué te dedicas y tu número de teléfono. Pusieron toda mi información personal, junto con una carpeta.

Ella supo desde el primer momento quién era el responsable: su exnovio, el único a quien ella le había compartido esas imágenes. Auxiliada con un experto en ciberseguridad se dedicó a recolectar información: encontraron nombres de personas en “Talento Chapín” y descubrieron que el contenido compartido provenía de protocolos de internet en Estados Unidos. Alexander Colop, Fiscal de Sección de la Fiscalía contra la Trata de Personas, niega que exista esa denuncia. 

Aunque ella afirma que Mynor Pinto, entonces fiscal de dicha unidad, recibió esos datos. El abogado fue destituido a comienzos de febrero de 2023 y resultó imposible ubicarlo. La víctima:

Abrimos el proceso el 23 de octubre del 2020, ese día fui a poner mi denuncia contra mi exnovio y secuestraron mi teléfono en el MP porque dijeron que iban a sacar toda la información de ahí. 

Tres meses después regresó a la Fiscalía, donde le dijeron que en su celular no habían indicios de pornografía.

A pesar de no haber recibido respuesta en esta unidad,decidió continuar un proceso contra su exnovio en la Fiscalía de Delitos contra la Mujer. 

El final aquí también fue desalentador:

Después de todo, la respuesta del MP fue que mejor no hiciera nada. Porque para qué, para qué tanto esfuerzo, pues lo que se conseguía era muy poco. En todo caso, lo que ellos proponían era que yo negociará con él y le sacara dinero.

Luego de esto recibió amenazas e intimidaciones y detuvo el proceso.

Entonces me desgasté emocional, física, intelectual, psicológica y financieramente y no logré nada.

Nada, al punto que tres años después esta joven observa cómo su historia se repitió, pero esta vez en más mujeres, quienes han denunciado desde sus propias redes sociales. Los integrantes del grupo Talento Chapín llegaron al extremo de etiquetar y clasificar las imágenes que compartían en el chat: municipio de procedencia de la víctima, por ejemplo, o la fuente de la publicación. 

Investigar y sancionar estos delitos es un desafío en Guatemala. Para empezar, no existe una tipificación específica; más grave aún es la velocidad con la que se mueven quienes incurren en el abuso versus la de las autoridades. Marvin Castillo, director de la Unidad de Ciberdelitos de la Policía Nacional Civil, dice que una vez se hace público el asunto, es una alerta para todos:

No lo publiquen, que no lo hagan viral, porque al final lo que hacen es poner de evidencia a los responsables.