Alfonso Muralles, miembro de la junta directiva de la comisión de turismo de la Asociación de exportadores de Guatemala (Agexport), ve potencial turístico en Totonicapán. De San Andrés Xecul, Muralles dice:
“Está a penas a 7 kilómetros de la ruta que va a Quetzaltenango, o sea que es muy fácil llegar. Su atractivo es esa iglesia tan atractiva, uno puede llegar solo a observar los detalles de la decoración que combinan las tradiciones católicas que vinieron durante la conquista, con tradiciones mayas. Además, hay una segunda iglesia mucho más chiquita, pero que esta pintada igual y está arriba del cerro, lo que actualmente llaman los pueblos como su calvario.”
Desde allí se aprecia una gran vista, explica Muralles, pues San Andrés Xecul se especializan en el teñido de hilos:
“Es muy interesante ver desde la iglesia, que está en el cerro, como están secando los hilos: por allá son los azules, por allá los rojos… Es un paisaje, muy lindo.”
Diego Chán era el encargo de la oficina del Punto Atención Al Turista (PAT) de San Andrés Xecul, aunque la pandemia los obligó a cerrar, ahora organizan talleres bajo reservación: desde lecciones de cerería y tejido, hasta alfarería y música con artesanos locales:
“Nos ha sorprendido porque la gente, aparte de lo hermoso, lo místico y el mosaico iconográfico que presenta la iglesia de San Andrés Xecul, la gente se va más maravillado de las visitas en las comunidades. Dicen ellos que les gusta más la vivencia, incluso nos dicen que: la iglesia la pueden ver a través de una foto, pero ir a ver una comunidad, hacer candelas con la gente, ser parte de cómo se preparan los cortes típicos es único.”
El viaje a Totonicapán no termina allí. El complemento a San Andrés Xecul, dice Muralles, es ir a tejer a Salcajá, Quetzaltenango, a 14 kilómetros, y visitar los conventos e iglesias coloniales de San Cristóbal, Totonicapán.
“En Totonicapán son dos días: un día para Salcajá, San Cristóbal Totonicapán y San Andrés Xecul y otro día para San Francisco El Alto y Momostenango. En San Francisco El Alto, el día de mercado es viernes, es un mercado muy grande con muchas ventas de artesanías y del ganado local. No es para comprar la vaca, pero es ir a ver todo el procedimiento que tienen: como cada quien lleva su vaquita o ternero que van a llegar a vender. Como espectáculo es muy bonito. Momostenango es famoso por sus tejidos de lana de oveja y sus paisajes con los riscos de Huehuetenango.”
Víctor Elías, encargado de la oficina de turismo de la municipalidad de San Cristóbal, ve cómo aumentan los visitantes:
“Lo que sucede es que desde que abrieron el país la mayor parte de personas empezó a salir a pasear. Uno por el interés y otro porque estar encerrados es estresante, entonces buscan lugares no comunes para visitar porque en los lugares tradicionales podría haber más aglomeración.”
Elías explicó que se siguen todos los protocolos del Ministerio de Salud. Los recorridos turísticos en San Cristóbal no permiten grupos de más de 8 personas, a todos se les toma la temperatura se les y da alcohol en gel. Además, la iglesia católica tiene restricciones de acceso para minimizar aglomeraciones.