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Eva Siomara Sosa, quien fungió como subjefa de la Fiscalía Especial contra la Impunidad del Ministerio Público (MP), dejó 13 años de carrera en la institución y debió enfrentar la persecución penal que emprendió Consuelo Porras, Fiscal General, en su contra después de negarse a acusar falsamente a Juan Francisco Sandoval, su exjefe en FECI.
Sosa se encuentra en el exilio desde donde espera justicia y relata una historia que devela un mecanismo mediante el cual fiscales amenazan a personas para conseguir una aceptación de cargos, testimonios con otras personas, a cambio de no acusarlas y evitar la prisión.
A ella le sucedió en noviembre de 2021. Jonathan Meléndrez, quien fungía como auxiliar fiscal en la Unidad de Asuntos Internos (a cargo de procesar a trabajadores del MP cuando incurren en delitos) la llamó para advertirle que si no se convertía en colaboradora eficaz, iba a resultar afectada. Era emisario de Juan José Mendizábal, exjefe de la fiscalía de Asuntos Internos, quien lo envió a revelar información de un proceso donde él no tenía injerencia. Por esa razón, Sosa lo denunció en marzo 2022 y como prueba incluyó la grabación de una conversación telefónica entre ella y Meléndrez:
“Van a proceder. Lo que él –Méndizabal– me comentó es que tú podrías figurar como sindicada, aunque no estabas como tal y, ver la posibilidad si en el derecho preferente te pueden alejar del proceso, sí les puedes colaborar con algunas cositas. El caso es un poco mediático y, como comprenderás, hay presiones por parte del despacho; no por tí, sino por las otras personas. Además, revela: Personas que te conocen les comentaron que tú sostienes tu casa y eres responsables con tus hijos
– O sea que ya me investigaron por delante y por atrás.
– Me imagino, que sí. Ahí sí que es labor de la investigación.
El caso donde la involucra es Odebrecht, en donde la antigua FECI señaló a los dos excandidatos presidenciales Manuel Baldizón y Alejandro Sinibaldi de cobrar US$17.9 millones en sobornos. Estos, bajo la dirección de Rafael Curruchiche y el aval de Porras, han sido exculpados.
ConCriterio llamó a Meléndrez, el auxiliar que se escucha en la grabación y respondió “Es una cuestión política, no quiero involucrarme”. Y señala además que la denuncia no ha llegado a su fin y está en impasse:
En julio de 2022, la Supervisión del MP recomendó a la Junta Disciplinaria la destitución porque basado en la Ley Orgánica cometió una falta grave al revelar información, pero dicha instancia resolvió el cierre basado en la Ley de Acceso a la Información.
Sosa apeló dos veces y la Fiscal General le ha concedido la razón y ha enmendado el proceso; aunque está en un círculo sin salida, dice Sosa:
A mi criterio ella –Consuelo Porras– lo que debía hacer era resolver: dejar sin efecto lo efectuado por la Junta y emitir la sanción. Lo que se evidencia es que ella está protegiendo al fiscal de Asuntos Internos.
ConCriterio planteó las consultas a Comunicación Social del MP, pero no respondieron.
En noviembre de 2021 Sosa acudió a una citación con la fiscal María José Reynoso de la fiscalía de Asuntos Internos, a donde llegó Mendizábal, entonces jefe de Meléndrez. Estuvo 7 horas de un sábado en la fiscalía.
Ellos pretendían que yo hiciera ver que todas las instrucciones que emitía Juan Francisco Sandoval eran tendenciosas o para favorecer a ciertas personas. Mi respuesta fue no y le dije: ‘ustedes quieren hacer ver que es una asociación ilícita y no’; lo que querían era armar casos con declaraciones falsas. Para mi fue intimidatorio, me coaccionaron, tratando de convencerme de que era mejor que fuera colaboradora o que iba a parar en la prisión.
En febrero de 2022 fue detenida por una denuncia de la Fundación contra el Terrorismo que la acusó por actuación ilegal en la firma de los acuerdos Odebrecht junto con el exfiscal Sandoval, lo que liberó a Sinibaldi y Baldizón del proceso. Ella debió pasar tres meses en prisión hasta que le dieron medida sustitutiva y entonces decidió salir al exilio.