No todos perdieron con la crisis de la Covid-19. Entre los grandes ganadores está la industria de los videojuegos: según los datos de la consultora NPD Group, el gasto en Estados Unidos en esta rama aumentó 27% en 2020, generó USD$56.9 millardos.
En Guatemala, los videojuegos dieron pasos significativos durante 2020. En julio se creó la federación deportiva de eSport. Pablo Melgar, presidente de la Asociación de eSport en el país cuenta:
“Nosotros estamos avalados por la International League Sport Federation y lo que hacemos es que regimos el eSport en el país por medio de organizar torneos, clasificatorios al mundial de la International League Sport Federation, crear una estructura para ordenar el ecosistema.”
Melgar dice que Guatemala ocupa el lugar 30 en el top mundial en el juego Counter-Strike Global Offensive, clasificado como un eSport. Y además señala que Malbs y Putin, dos jugadores guatemaltecos, destacan en equipos extranjeros que lideran en dicho juego y League of Legends, respectivamente.
Kristha González, conocida por el nickname Morgan, tiene 22 años, es estudiante de derecho y su amor por los videojuegos no es nuevo:
“Cuando empezaron a venir las computadoras a Guatemala mis papás compraron una laptop, eran unas gruesesotas que pesaban un montón, ellos me enseñaron a utilizarla. Yo tengo una foto de chiquita, de unos 4 o 5 años aprendiendo a utilizar la compu.”
Así la aspirante a abogada jugó desde Atari, Game Cube, Wii hasta Play Station. Su entrada al mundo profesional fue en septiembre 2019, con Fortnite, junto al equipo Shorys:
“Es bastante difícil porque es un mundo repleto de hombres y lastimosamente las pocas niñas que juegan aquí en Guatemala tienen la actitud de princesita en apuros. Yo me puedo defender, no necesito que las personas con las que juego vayan a defenderme porque si yo tuviera esa actitud no tendría el nivel que tengo.”
El equipo le dio a Morgan un sentido de pertenencia, patrocinios y presencia en redes. Carlos Villeda otro universitario de 21 años, además de estudiar Odontología, es dueño y fundador del equipo guatemalteco de eSport Mayan Team Gamers. En 2018, con cuatro amigos, fanáticos de Fortnite, formaron un grupo con 80 jugadores entre los 16 y 27 años. Hoy compiten en unos 10 torneos mensuales, donde pueden ganar desde US$100 hasta US$5 mil.
Sean profesionales o aficionados, los videojuegos capturan a la tía que juega Candy Crush como a los pequeños que juegan Minecraft o Among Us.
El confinamiento abrió nuevas oportunidades, cuenta Alhvi Balcárcel de GameDevGT, una comunidad de desarrollo y diseño de juegos en Guatemala:
“Nos hemos dado cuenta que los chicos utilizan las plataformas de gaming para juntarse con sus amigos. Ahora que no pueden verse por la pandemia. Más que jugar, ellos lo utilizan para socializar, para hacer actividades juntos, compartir y conocer nuevas personas.
Sean Monahan, un jugador canadiense de hockey profesional, fue más lejos. En declaraciones al diario inglés, The Guardian, afirmó que los videojuegos reemplazarán a la música como la actividad dominante en las nuevas generaciones.