“Cuando me volteó a ver, el que iba manejado me dijo que no me iba a quedar aquí, cuando los tipos de atrás me jalaron imaginé que me iban a violar porque me acostaron en el sillón y empezaron a cerrar los vidrios, le pedí ayuda a la mujer que iba adelante pero era cómplice” Este es el relato de una maestra de 40 años, y corresponde a una de tantas víctimas de asalto o abuso sexual por parte de conductores de taxis colectivos que han narrado su mala experiencia ante los medios de comunicación, sin que hasta ahora tengan respuesta sobre la denuncia que presentaron.
El caso ocurrió en el trayecto de San Miguel Petapa hacia el Trébol y el patrón de los delincuentes es similar al de 25 hechos ocurridos durante dos años en el trayecto del Trébol hacia San Juan Sacatepéquez. Dichas situaciones fueron denunciadas en el MP, sin que hayan reportado capturas a pesar de que la fiscalía Contra el Secuestro confirmó la existencia de grupos criminales que operan en esas áreas.
Está también el caso de Alejandra, una joven que narró al diario Prensa Libre como una mañana abordó un taxi colectivo desde la zona 21 hacia el trébol. Al pasar por la universidad de San Carlos, en la zona 12, el conductor roció un spray dentro del vehículo y dijo que era alcohol para desinfectar. La víctima no recuerda si pasaron “minutos o segundos”, pero quedó inconsciente. Cuando despertó estaba en un área que no conocía, su ropa estaba sucia y tenía dolor de cabeza. Después de ser auxiliada supo que fue abandonada en San Juan Sacatepéquez. ConCriterio es uno de los medios que ha evidenciado estas denuncias.
Por su parte, varias organizaciones no gubernamentales confirmaron que son 25 mujeres las afectadas originarias de San Juan Sacatepéquez, todas fueron víctimas cuando regresaban de sus trabajos o de estudiar. Una abogada, que prefiere mantener el anonimato por vivir en dicha localidad, asesora a algunas de las víctimas.
«Las mujeres víctimas han hablado de taxis colectivos que recorren del trébol a ciudad quetzal, en el trayecto de la colonia la Florida se suben a los taxis y ven que van solo hombres y luego ya no saben nada, ya cuando aparecen es en el área de Ciudad Quetzal, alejadas de la carretera principal y con rastros de haber sido violadas».
Quienes hablan por las víctimas temen dar su identidad, porque sospechan de los integrantes de las patrullas de seguridad que operan en ese municipio. Lo extraño, según ellas, es que no han hecho nada por averiguar quiénes están detrás de esos hechos ilícitos.
Para María Reyes, como se identifica otra de las mujeres afectadas que narró lo ocurrido al medio digital Ruda, regresar a casa todos los días es una pesadilla. Antes, según ella, aprovechaba el viaje para leer un libro, ahora, solo viaja pendiente de quién sube en su trayecto, después de que en 2021 un taxista y su cómplice intentaron secuestrarla en Villa Hermosa, San Miguel Petapa,, pero logró escapar.
Reyes ya había recibido terapias por ser abusada sexualmente cuando era niña. Ahora, cada vez que aborda un taxi, toma el número de placa, no usa su teléfono, no los aborda si van vacíos o cuando todos los pasajeros son hombres.
Claudia Hernández, directora de la Fundación Sobrevivientes, considera que los operativos del MP están focalizados en femicidios y pornografía infantil, pero no en estos casos, y no se reportan avances.
«El llamado es que si hay otras víctimas que pongan la denuncia porque a raíz de eso se identificó un taxista violador en Villa Nueva relacionado en cinco casos, aparte estaba el violador conocido como Abelino que operaba en la zona 15 y como tenía conocimientos militares amenazaba con esa práctica. También hombres que no son taxistas y suben a las mujeres por la fuerza y cometen violaciones, han sido identificados con cámaras de seguridad».
En 2015 el taxista José Alburez Manzo, de 30 años fue sentenciado a 298 años de prisión por abusar sexualmente de 8 mujeres. Cuando la noticia trascendió, otras 13 víctimas lo denunciaron.