No sé si pintoresco es el adjetivo más adecuado para las decenas de comentarios suscitados en redes después de que el Presidente anuncia la remodelación del aeropuerto por medio de una Alianza público privada (APP). Hay que recordar que durante la campaña electoral ya lo había insinuado igual que para puertos y vías de comunicación, así que no es de extrañar -tanto- que lo dijera durante un congreso de infraestructura, precisamente el lugar indicado para hacerlo.
La verdad es que hay mucho frustrado de esa izquierda dura, pero especialmente de la light o Gucci, esos que viven ampulosamente mientras predican principios que no cumplen, pero que quieren que se les apliquen a otros. Robert Nozick, en su libro “Anarquía, Estado y utopía” es de los pocos autores que dedica un capítulo a la “envidia” como elemento sustantivo en el planteamiento de políticas públicas, para terminar razonando y elaborando la idea de que es justamente eso -la envidia- lo que subyace en el corazón y la mente de aquellos que rechazan la iniciativa privada y, especialmente, el triunfo de quienes tienen ideas, las ponen en marcha y arriesgan tiempo y dinero en ello. En el mundo hay demasiados pusilánimes que prefieren vivir de lo que pagan aquellos que triunfan, y juegan con el estatismo como filosofía recolectora de dinero -de otros, naturalmente- y con la redistribución y la justicia social como herramientas de reparto en la que siempre se ven incluidos, directa o indirectamente.
Pensaban que siendo SEMILLA un partido progresista -de izquierda, que es lo que eso significa- no cabrían determinadas actuaciones como las APP. Desconocieron que el Presidente es una persona pragmática y que en una país en trapos de cucaracha, como es este, los guiones ideológicos hay que dejarlos a un lado para que los maquiavélicos, frustrados y animosos de la lucha, sigan teniendo con que distraerse, mientras otros, muchos más decididos, dan pasos al frente y aportan su granito de arena, como ha sido este caso.
Puede ser, como dicen, que no lo hubiera comunicado al partido, bueno es el Presidente de todos y debe de velar por el bien común no por las políticas partidarias y, en todo caso, SEMILLA tiene algunos “revoltosos” a los que les falta un hervor de madurez para poder gestionar la vida pública con el grado de sensatez mínima que se requiere.
También hay quejas de que lo anunciara junto con empresarios y se hiciera una foto con ciertas personas, lo que no es más que querer “matar al mensajero” y generar ese delito de apariencia ilegal o de que como me cae mal ya no hay que hacerse foto con él. Un pensamiento no menos infantil de los mismos izquierdistas Gucci que quieren imponer su normas, modos y formas, porque de lo contrario montan el berrinche propio de niño mal educado de colegio de kínder ¡Que le vamos a hacer, algún día madurarán!
Este país requiere realismo y aceptación de la situación tal cual es. La mayor parte de la ciudadanía bandea entre un extremo y el otro; entre el optimismo ciego y el pesimismo frustrante, pero rara vez se detiene no ya en el centro, sino suficientemente alejado de esos extremos. El Presidente lo ha hecho con su propuestas y posiblemente logre mucho más que otros que no han sabido tomar distancias desde los polos opuestos.
“Si tienes limones haz limonada”, porque otra cosas es difícil. Creo que con esta solución Arévalo se dará cuenta de quienes lo presionan para que tome decisiones de grupos de interés y aquellos otros que velan por el interés general, que es precisamente tener un aeropuerto decente, una carreteras que no se caigan y unos puertos competitivos.
Desconfíe Presidente de los cantos de sirena, y recuerde que sirve al país no a un partido y mucho menos a un grupo que terminará depositándolo como un florero dentro de tres años. Siga ese camino que nadie le dijo que sería fácil y sobre todo tome decisiones pragmáticas. La historia no se escribe en el presente sino años más tarde, y todo este sentimiento de rechazo -escozor a fin de cuentas- no es más que la bilis de aquellos que no entendieron el poder, el deber y el momento.
En lo personal satisfecho con las APP. Ahora a por muchas más.