La creciente construcción de edificios de apartamentos en diferentes zonas de la ciudad de Guatemala causa la resistencia de vecinos que reprochan no solo los atascos en el tráfico y sobrepoblación de zonas antes más tranquilas, sino otra molestia: los vecinos “no deseables” antes involucrados en narcotráfico, pero ahora añaden otra categoría: personas señaladas en casos de corrupción.
Las asociaciones de vecinos de edificios de apartamentos en zona 15 no los quieren como vecinos y han decidido crear filtros para evitarlos aunque no es tarea fácil.
Hanser Gonzáles es integrante de la asociación de vecinos La Boscana, un condominio de apartamentos ubicado en la 23 avenida 797 zona 15 dice que imponer normas ha sido necesario, aunque no siempre todos están de acuerdo.
“ Pedimos que presenten dos cartas de recomendación de al menos dos personas que ya viven acá; de lo contrario, no pueden quedarse, aunque a veces se les busca otras opciones a petición de otros”.
Ana Villeda corredora de bienes raíces cuenta que la filtración de inquilinos o compradores incrementó en los edificios de apartamentos exclusivos de las zonas 10 y 15 por temor incluso a quedar en un fuego cruzado.
“Si tienen muchos guardaespaldas, no los aceptan porque no hay donde colocarlos y las asociaciones lo califican como inseguro para los demás. La mayoría de edificios ha hecho eso para filtrar a la gente y, sobre todo, a los que van comprar, pero si el dueño del apartamento al final dice que quiere alquilar o vender, lo hace”.
El problema no es exclusivo de apartamentos. En Grupo 15, una agrupación que reúne a representantes de 10 colonias de la zona 15, tienen el mismo temor y como les resulta difícil filtrar a nuevos inquilinos o compradores de casas, dejan la responsabilidad a las inmobiliarias.
Sofía Ramírez es residente de la colonia Vista Hermosa 1 y asegura que solo los allanamientos del Ministerio Público (MP) han revelado quiénes son sus vecinos.
“Sí hemos tenido gente así por acá y no podemos decirles nada, pero es en las colonias donde ellos se refugian, nos hemos enterado de quiénes son, cuando viene el MP.”.
Pedro Ramírez, presidente de la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guatemala, dice que una colonia abierta no puede tener mayores restricciones, pues son calles municipales y no se puede vedar el derecho de vivir en el sector. No pasa lo mismo en condominios y edificios de apartamentos en donde la asociación de vecinos se reserva el derecho de admisión y puede investigar a los solicitantes.
“Puede ser una investigación incluso de infornet, incluso piden hasta los estados financieros del banco de cada persona, allí creo que también se cometen algunos excesos, pero lo que pretenden los propietarios es mantener un orden y una estabilidad en ese sentido.
Una de las formas de blindaje es la capacitación que la Asociación Centroamericana de la Vivienda (ACENVI) otorga a los corredores de bienes raíces por medio de la Intendencia de Verificación Especial (IVE) para la prevención de lavado de dinero, con el objetivo de que los asociados cumplan con los requisitos previo a vender o alquilar una vivienda.
Leonel Alarcón, presidente de la junta directiva de ACENVI:
“Si dice que gana Q10 mil al mes y se compra una propiedad de Q300 mil, no despierta sospechas; pero si dice que gana lo mismo y se compra una casa de US1 millón, no cuadra económicamente”.
Alarcón enfatiza que en el mercado de bienes inmuebles existe una precalificación de las personas, pero sin que conozca cómo, algunos logran instalarse. a pesar de no calificar.
“Es una tarea difícil filtrar a la gente y cuando hay duda se prefiere no vender, pero eso pasa con los segmentos más altos de viviendas de medio millón de dólares. Hay casos en proyectos donde se meten vecinos indeseables y después le cuesta vender el resto de las casas”