Han pasado 19 meses desde que Andrés Zimeri, 20 años, fue herido de gravedad en una riña con trabajadores de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en una cancha de fútbol de Futeca zona 14. El chico ha visitado los quirófanos varias veces, pero el proceso legal que sigue en búsqueda de justicia está parqueado en los laberintos del sistema judicial.
El caso del joven, cuyas fotografías con el rostro destrozado circularon en redes sociales y medios de comunicación, se convirtió en una de las causas que el presidente Jimmy Morales presentó ante Naciones Unidas para solicitar, en agosto de 2017, la remoción del comisionado Iván Velásquez y, luego, en enero de 2019, como una razón para expulsar a la CICIG de Guatemala.
Los meses transcurren y aunque el incidente parece ahora lejano, el joven debió someterse recientemente a una intervención quirúrjica más. Enrique Zimeri, su padre, dice que el chico tenía problemas para respirar, pero con la última cirugía mejoró. La familia reprocha la lentitud del proceso penal:
Si hubiera sido al revés y los de los daños físicos hubieran sido ellos (Cicig) rápido hubieran hecho justicia. La justicia no es pareja, esa es mi inconformidad.
Uno de los trabajadores de CICIG también sufrió lesiones durante aquella pelea ocurrida en junio de 2017. Es imposible conocer detalles de sus lesiones pues los intentos de ConCriterio fueron infructuosos para lograr acceso a la información.
No obstante, Luis Archila, jefe de la Fiscalía Metropolitana del Ministerio Público (MP), unidad a cargo de la investigación, refiere que hubo una solución conciliatoria cuyos detalles no pudo explicar:
En el caso de una de las víctimas – el trabajador de CICIG- que sufrió lesiones menos graves se llegó a un acuerdo, tras un procedimiento conciliatorio.
El papá del chico afirma que desconoce esa parte del proceso y reitera que el caso no presenta mayores avances. Tampoco CICIG provee información sobre el asunto.
El retardo en el avance del proceso, según Archila, se debe a la ausencia de (el/los) trabajadores de CICIG:
Lo que sucede es que como ellos por la misma calidad que tuvieron, salieron del país y eso fue lo que dejó en suspenso la investigación y por eso no se le puede dar seguimiento al caso.
ConCriterio solicitó durante 04 días la información de la situación del personal involucrado en la riña a Matías Ponce, vocero de CICIG, pero al cierre de la nota no hubo respuesta.
Iván Velásquez, jefe de la CICIG dijo en septiembre de 2017 en una entrevista en Con Criterio dijo que los trabajadores enfrentaron procesos disciplinarios:
«No obstante de ser actividades particulares de estos funcionarios, el caso se sometió al comité de disciplina, por esa razón se solicitó
a los administradores de la cancha copia de los videos, los cuales utilizaron para la investigación inteerna«.
El viernes 11 de enero de 2019, el comisionado Velásquez en una carta enviada al Secretario General de Naciones Unidas, explicó que aún cuando la riña ocurrió en horario y circunstnacias ajenas a la misión internacional, el trabajador fue sometido a proceso disciplinario. El comisionado, no obstante, no dejó claro si este integrante de CICIG fue despedido y retirado del país.
En la entrevista de 2017, Velásquez subrayó:
Nosotros aceptamos la existencia del hecho, nunca lo negamos. Pero no es como lo han planteado, “que los gorilas de CICIG, que son los hombres de seguridad, que se aprovecharon para afectar a un muchacho”. La CICIG no ha tenido ninguna intervención en el MP. El fiscal solo pidió que identificara a los funcionarios que habían participado en la trifulca.
Rootman Pérez, exsecretario de Política Criminal del MP, cree que el caso presentó avances y recalcó que las cámaras de seguridad evidenciaron que se trató de una trifulca. Y en tal sentido comentó:
Nuestro mismo código penal hace referencia a este tipo de circunstancias. Hay un delito específico que son las lesiones provocadas en riña tumultuaria, en donde la responsabilidad no es del mismo peso cuando se comete un delito con alevosía.¿Independientemente de las lesiones que sufrió el joven? Así es.
Enrique Zimeri no da crédito a lo dicho por Pérez y hace el recuento de los daños:
fueron varias personas los que lo atacaron y en el suelo todavía lo remataron, de suerte su ojo derecho no lo perdió. Afortunadamente no lo dejaron estado vegetal porque fueron daños en varias órbitas oculares, tuvieron que reconstruirla. Parte del ojo derecho le quedó dañado, la nariz le quedó hundida. Hasta hace 40 días que le hicimos operación, los huesos no se los pudieron regresar a la nariz a su estado natural, sin embargo ya puede respirar, pasó un año sin poder hacerlo.
El caso no tiene claridad, pero el próximo mes el joven está citado a la Fiscalía.