El mercado de celulares robados sortea las dificultades que impone la tecnología. Si antes los ladrones robaban y vendían el aparato, pero el control del IMEI vino a impedir la reactivación y afectó el mercado, ahora los vendedores y compradores encuentran la gran oportunidad en la venta de piezas.
“Una pantalla de celular de Q1 mil o Q500, original de iPhone, no la vas a encontrar en ningún lugar. Las encontrarás a Q2 mil o Q3 mil en las iShops. Yo te digo porque acabo de romper la pantalla de mi celular y en iShop salía como Q2 mil 500 la reparación, y en lugares x te salen así en Q800”, relata Rodrigo Fresse, experto y asesor de seguridad.
Los mercados La Florida, El Guarda, o La Terminal son el centro donde cualquiera encuentra el repuesto roto de su teléfono. Allí, por ejemplo, una pantalla del iPhone 14 se cotiza en Q1 mil, aunque el ofrecimiento inicial de los vendedores es de Q1 mil 500 sujeto al regateo.
Están allanando un inmueble en la zona 4, en busca de teléfonos robados.
MP y PNC informan que al momento han decomisado:
• 525 teléfonos celulares
• 3 computadoras portátiles
• 4 CPUEl operativo continúa. pic.twitter.com/woqfyTRe9j
— Víctor Bolaños (@vichoguate) May 25, 2023
Venden también las cámaras de los teléfonos, cuyo precio, según el modelo, puede variar. La más barata, Q500; y si es un Samsung Galaxy S23 Ultra cuesta Q1 mil. Los flex de carga, que son contactos flexibles que conectan a todos dispositivos del teléfono con la corriente eléctrica, según los vendedores, son los productos más solicitados. Los aparatos aún se venden, pero en menor cantidad. Hay de todos los modelos, hasta los más recientes, como el iPhone 15.
Fresse, el experto en seguridad: “los motoladrones han encontrado otra forma de enriquecerse por medio del robo de celulares y es despedazándolos. Ellos venden el chip, la pantalla, venden la parte de atrás y las bocinas. Venden ya el celular por piezas, ya no les interesa vender un celular como tal”.
Una víctima reciente, quien declinó identificarse y ser grabado en esta nota, fue asaltado la semana pasada. Ocurrió mientras esperaba en la estación del bus en El Naranjo, zona 4 de Mixco: dos ladrones viajaban en una moto, se acercaron a los peatones y con arma les apuntaron para quitarles sus pertenencias. Una mujer que también esperaba transporte, se lanzó hacia el suelo. Solo 30 minutos después, esta víctima localizó su teléfono: estaba ya a la altura de El Trébol, pero él prefirió no acercarse, pues el robo lo dejó afectado.
La Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT) registra que el año pasado 125 mil 738 teléfonos fueron robados en todo el país. Según las investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), los ladrones de celulares trabajan e. equipo donde varias personas cumplen una función: desde vigilantes, asaltantes hasta vendedores finales.
Enio Rivera, exdirector de la PNC, relata: “hay antecedentes bien claros y establecidos. Los motoladrones no trabajan solos, incluso están en coordinación con el personal que trabaja en los bancos o con gente que se da cuenta del retiro de grandes cantidades de dinero y le dan seguimiento en la calle. Los que se dedican a robar móviles en la calle definitivamente ya no los utilizan para uso personal, pues los usan para armar nuevos dispositivos”.
Para recuperar el número del teléfono robado, las compañías telefónicas exigen una denuncia, además de que el número esté registrado al nombre del solicitante. La incidencia es tan alta que se encuentra en la lista de 10 delitos más reportados en el país. El Ministerio Público (MP) incluso ha diseñado un mecanismo digital para que la víctima ya no llegue a una fiscalía, sino que lo haga en línea. El procedimiento dura 2 horas entre llenar el formulario y recibir la constancia.
Fresse: “la policía vuelve a saber dónde operan, dónde están la mayoría de vendedores ilegales de partes de teléfono por menudeo. Y no solo se venden en Guatemala, todas estas piezas van para Estados Unidos, México, El Salvador, y Honduras; se distribuyen a gran escala”.