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Son monumentos a la corrupción, funcionarios negligentes y la indiferencia empresarial y gubernamental. La administración del expresidente Alejandro Giammattei dejó gigantes pedazos de concreto erigidos repartidos en el país, retazos de proyectos que arrancaron pero no terminaron. El más emblemático: ese paso a desnivel de la calzada Roosevelt, zona 11, a inmediaciones del Mercado El Guarda, valorado en Q44 millones.
Es quizá la obra inconclusa más vista, pues miles de personas circulan en la ruta de mayor afluencia en el país. Debió entregarse en mayo de 2024, pero ahora solo hay columnas de hierro.
No es la única: hay 83 estructuras suspendidas en todo el territorio, según el ministerio de Comunicaciones Infraestructura y vivienda (MICIVI).
Por ejemplo:
- La rehabilitación del puente Jubuco, en Los Amates, Izabal.
- La reposición de la carretera Santa Catarina Palopó- San Antonio Palopó, Sololá.
- El paso a desnivel en el kilómetro 158 de Mazatenango.
- La rehabilitación de la ruta nacional 05, aldea El Pajal, Campur, Alta Verapaz.
Es desconocido a cuánto asciende el valor global de todas estas obras, pero no faltan sospechas de sobrevaloraciones.
Aldo García, exministro de Comunicaciones durante el gobierno de Jimmy Morales.
Nadie quiere dar un paso para adelante porque creen que puede pasar algo: el empresario dice “si yo termino y no me pagan, me descapitalizo y quiebro”; y el Estado: “yo a ese precio no lo acepto”. Al final, tanto análisis es parálisis.
García señala que el problema viene de una década atrás:
El empresario prefiere pedir la suspensión por cualquier razón: porque no hay supervisor o porque no le han pagado. Al suspender la obra, el tiempo contractual ya no les corre hasta que se liberen los problemas.
- ¿Cómo el paso a desnivel de la Roosevelt?
- Ese es el ejemplo.
Este proyecto, al igual que otro en la avenida Petapa, están a cargo de la empresa CEBCO que entre 2022 y 2023 fue contratada por el Estado por Q180.9 millones. Su propietario, Mario Ceballos, también representa a Grupo Comovisa, que generó entre 2019 y 2023 contratos por Q333 millones.
Durante una citación en el Congreso, el empresario aseguró que está dispuesto a continuar con las obras, si el Gobierno paga.
Pasos a desnivel inacabados: de solución a origen del tráfico
Obras en impasse
Hay otro fenómeno: una presa de proyectos no recibidos por el Estado. El exministro García.
Es difícil que un ministro o un presidente espere a que una obra esté finalizada para inaugurarla. A veces todavía hay pagos pendientes y uno ya no le pone tanta atención a eso. Los empresarios dicen: “no me has hecho el último pago”, por eso es que ahora muchos ya no pintan ni señalizan (las carreteras). Entonces la obra ya no se entrega y se queda en impasse.
En otros casos hay deficiencias: en el Libramiento de Chimaltenango hay dos vertientes: legal y técnica; y como sigue dando problemas, nadie se anima a recibir un proyecto con problemas técnicos. Yo como Gobierno mejor me abstengo y, por eso, se entorpece la recepción de las obras.
Por su parte, la empresa Marhnos lleva dos años sin que el Gobierno reciba la Autopista Palín-Escuintla, concesionada durante 25 años. Sandro Testelli, presidente de la compañía:
De nuestra parte estamos claros en el proceso, pero siempre hay temor de las autoridades por las sanciones que pudieran estar presentes.
Testelli asegura que han cumplido: los últimos trabajos que hicimos fue recapeo de 29 kilómetros, señalización y obras hidráulicas; de nuestra parte cumplimos con tiempo y formas.
Atribuye el retraso en la recepción de la obra al cambio de gobierno y la inestabilidad en el ministerio de Comunicaciones.