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Una familia descubre, 16 años después, que el Hospital intercambió a su bebé
Era mayo 2016 y la familia Veliz Carrera preparaba la mudanza familiar: el papá logró la residencia en Estados Unidos y ahora reclamaba a su esposa y sus 4 hijos. Los trámites migratorios revelaron un hecho que los marcó: ocurrió en la Maternidad del Hospital General San Juan de Dios hace 16 años. “En mayo […]
Publicado el 18 Dic 2019

Una familia descubre, 16 años después, que el Hospital intercambió a su bebé

Era mayo 2016 y la familia Veliz Carrera preparaba la mudanza familiar: el papá logró la residencia en Estados Unidos y ahora reclamaba a su esposa y sus 4 hijos.

Los trámites migratorios revelaron un hecho que los marcó: ocurrió en la Maternidad del Hospital General San Juan de Dios hace 16 años.

“En mayo de hace tres años nos enteramos por primera vez que por 16 años tuvimos a una hija no biológica”

Muy temprano, el 05 de marzo de 2001, Florentina Carrera empezó con dolores de parto, llegó al hospital a las 5:40 am y una hora después, escuchó el primer llanto de su hija, Ese día nacieron 21 niños en el hospital:

Me recuerdo que cuando me la pusieron enfrente vi que era una niña, pero al mismo tiempo me pusieron la mascarilla de oxígeno porque yo estaba con la presión alta y se la llevaron a bañarla”.

Esa fue la última vez que la vio. Allí fue cuando intercambiaron a dos bebés:

Desde que llegó a mis brazos nunca la descuidé, ni al baño iba por no dejarla sola.

No era su hija biológica

Pasaron 16 años y todo parecía normal, pero cuando los Veliz Carrera optaron a los permisos para vivir en Estados Unidos, el papá de los 4 chicos debió hacer pruebas de ADN. El resultado les dio un vuelco:

Cuando llegó el ADN él me dijo que tenía dos noticias: una buena y una mala. Para nosotros que llegaran los resultados significaba que pronto íbamos a estar juntos; entonces le dije que me diera la mala noticia y me dijo: “la negrita” no es mi hija. Yo creí que él estaba bromeando.

Pero no: la genética de la niña y el papá no coincidió ¿Qué sucedió? La duda se había sembrado, aunque la familia sabía que no era su responsabilidad. Solo quedaba que la mamá hiciera la prueba de ADN.

Tenía que decirle –a mi hija- y fue una reacción muy difícil. Entró en shock, cerró la puerta, no quería hablar con nadie. Entonces el papá pidió hablar con ella y le dijo: pase lo que pase, Usted no va a dejar de ser mi hija y aunque tenga que mover mar y cielo a usted no la voy a dejar en Guatemala.

En medio del dolor, la chica accedió: mamita hace todo lo querrás porque ya no me va a doler, estas en todo tu derecho de encontrar a tu hija.

Los resultados de las pruebas de ADN duraron 1 mes y 15 días:

El día que me lo entregaron mi mundo dio vuelta: lo más difícil que puede escuchar en mi vida fue que me dijera que había 0% de probabilidad de maternidad.

Tres años de búsqueda

Con el mundo al revés, la afligida madre empezó la búsqueda:

En el RENAP, no tuvo éxito, porque los niños no son registrados cuando nacen, sino cuando los papás los inscriben.

Un abogado le aconsejó denunciar ante el Ministerio Público (MP), allí empezaron las investigaciones. Ella investigó en paralelo con la ayuda de familiares y amigos.

 “Nosotros veíamos a jovencitas en las redes sociales y la investigábamos, les mandábamos solicitudes y les dábamos seguimiento; pasaban uno o dos días y las descartábamos y empezábamos con otra”.

También indagaban sobre los expedientes de jóvenes que investigaba el MP. Llamé a David Nostal “el caza personas” -es un mexicano que sale en la tv- le pedí ayuda, pero me dijo que solo buscaba personas mayores.

Tres años después, el MP obtuvo resultados. Los registros del hospital fueron la clave: revisaron los registros de niños nacidos aquel 05 de marzo. Observaron las características de las chicas, Heidy y Andrea, hoy de 18 años y, cotejaron en laboratorios: el resultado 99% de compatibilidad. Florentina encontró a su hija y paradójicamente las dos familias viven en la misma área al norte de la ciudad, pero nunca coincidieron.  Tan solo hace un mes se encontraron: dos mamás y dos hijas intercambiadas al nacer:

 “Fue duro para ambas familias, para mí no fue tanto porque yo previamente la había visto en fotos, pero para la otra mamá fue muy difícil ver  el parecido –que su hija- tenía conmigo”.

Las familias han acordado que las chicas permanecerán en el núcleo donde crecieron. Este caso mostró a la madre que hay más mujeres en la misma situación, entre algunos que ella tuvo contacto: gemelos donde solo entregaron a uno, una niña reportada fallecida pero cuando entregaron el cuerpo era el de un varón. Y así más familias con historias intercambiadas.

Henry Bin

Periodista

Sobre Henry Bin

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