Juan Carlos Ambrosio tiene 27 años y durante tres meses trabajó como empacador de mariscos en Alaska, Canadá. Era un trabajo que en principio lo enfermó, pues de estar sentado ocho horas diarias y tocar el teclado de una computadora, pasó en enero de 2021 a manipular el pescado entre las bajas temperaturas y a vivir con constantes mareos por los traslados que realizó en embarcaciones.
Hoy tiene dos semanas de haber vuelto a Guatemala, aquí trabajó seis años en un call center; ahora, enfrenta una transición que según él, valió la pena. Su familia tiene mejores expectativas de vida, él cuenta con mejores ingresos y disfruta con su esposa y sus hijos el calor de un hogar, mientras espera que llegue mayo para nuevamente viajar a Canadá.
El guatemalteco obtuvo una visa temporal de trabajo para tres meses y fue uno de los 50 beneficiados, puestos anhelados por miles de connacionales. Sin embargo, no todos cumplen con los requisitos.
«A mi familia les alegra que me pueda ir seguro en un avión. Mi dicha es saber que voy a regresar, la mayoría de migrantes se van y no saben si van a volver. Estuve en dos puestos en tres meses, en el primero jalaba las huevas del pescado antes de que se tirara al desperdicio, también ocupé un puesto para lanzar el pescado a una máquina donde se hace el filete».
Trabajadores como Ambrosio son parte de un programa de trabajo temporal que en Guatemala comenzó en 2019 con el apoyo del gobierno canadiense para temas agrícolas. En 2020, Estados Unidos aprobó otro plan para que empleadores buscarán mano de obra guatemalteca.
Mediante este acuerdo el ministerio de Trabajo de Guatemala recluta trabajadores en el interior del país y actualmente cuenta con una plataforma digital donde los interesados se pueden inscribir. Hay 30 mil interesados.
Geovanna Salazar, viceministra de Previsión Social y Empleo:
«Esa base de datos nos sirve para cuando el empleador pide plazas con ciertos requisitos, entonces revisamos quienes reúnen los perfiles, luego los llamamos y les preguntamos si saben algún porcentaje de inglés, después el empleador los entrevista y decide quienes pueden ir a solicitar la visa, pero ya depende de la embajada si se las otorga».
Cada año, Estados Unidos pone a disposición un promedio de 20 mil visas de trabajo para todo el mundo. Este año autorizó 35 mil más para trabajadores temporales no agrícolas, esto se debe a la escasez de mano de obra en esa nación por factores como: la jubilación anticipada, el covid-19, la falta de guarderías infantiles y el deseo de los norteamericanos de emprender un negocio.
Fuente: Ministerio de trabajo
Las 35 mil visas son para constructores, pilotos, amas de casa, entre otras. De esta cantidad 23 mil 500 son para quienes ya viajaron y tienen la oportunidad de retornar. No obstante, otras 11 mil son para buscar nuevos empleados en Guatemala, El Salvador, Honduras y Haití, aunque no hay un número específico para cada país y dependerá del interés del empleador, dice Salazar.
«El problema es que a veces la mayoría de visas se otorgan en México debido a que está más cerca y los traslados de los trabajadores son terrestres, los viajes aéreos implican más costos para los empleadores».
En Guatemala las plazas más demandadas en Estados Unidos son empacadores de mariscos, electricistas, carpinteros y personal para atención en hoteles.
Las edades solicitadas son de 18 a 50 años, aunque el idioma inglés se ha vuelto un requisito indispensable.
«En la industria del empaque el empleador nos decía que es importante que el trabajador pueda decir al menos cuando se siente enfermo, entonces es necesario que sí sepan un 20% de inglés».
Para poder optar a una plaza temporal de trabajo en Estados Unidos o Canadá, el ministerio de Trabajo recomienda ingresar al portal electrónico tuempleo.mintrabajo.gob.gt en el cual podrá proporcionar todos sus datos y de esta manera entrar a una clasificación de acuerdo a los requisitos que solicite que el empleador.
Si su perfil llena los requisitos, delegados del ministerio de Trabajo se comunicarán para proporcionarle más detalles.